Centenares de miles de trabajadores se manifestaron ayer en todo el mundo por el Primero de Mayo para reivindicar empleo y derechos laborales y exigir más atención de los gobiernos a los problemas políticos y sociales.
En Europa la situación más grave se registró ayer en Francia, donde la manifestación en París derivó en choques entre radicales y fuerzas del orden que ensombrecieron el mensaje reivindicativo y se saldaron con 250 detenidos.
En España la celebración del Primero de Mayo estuvo marcada por la formación del futuro Gobierno. Los sindicatos clamaron por un Ejecutivo de izquierda que distribuya mejor la riqueza, además de otras reivindicaciones como las exigencias de igualdad para las mujeres, de pensiones justas y de protección de los servicios públicos.
En Italia, los sindicatos salieron a la calle en Bolonia para reivindicar la defensa de una Unión Europea de empleo, derechos y Estado social y arremeter contra los nacionalismos y soberanismos en el continente. Las 3 mayores centrales –CGIL, CISL y UIL– eligieron este año para su manifestación conjunta Bolonia, tradicional baluarte de la izquierda partisana, y congregaron a 30.000 personas para exigir un cambio de ruta en lo económico en el país.
También en Alemania los sindicatos alertaron este Primero de Mayo contra el auge de las formaciones ultraderechistas y llamaron a combatirlas con el voto en los comicios europeos del 26 de mayo.
En Cuba, que conmemora este año el 60 aniversario de su Revolución, el Día del Trabajo congregó en las ciudades a decenas de miles de personas, que expresaron su rechazo a las nuevas sanciones de EEUU, las más duras en décadas. El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y el ex mandatario y aún líder del Partido Comunista, Raúl Castro, encabezaron desde la tribuna la marcha principal, que partió de la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana.
En Argentina el Primero de Mayo se vio marcado por un paro de la Confederación de Trabajadores del Transporte, ollas populares y movilizaciones en los principales puntos de Buenos Aires en protesta contra el Gobierno de Mauricio Macri.
Mientras, en Brasil los sindicatos por primera vez hicieron un acto conjunto en esta jornada y las marchas enarbolaron críticas a la dura reforma del sistema de pensiones propuesta por el presidente Jair Bolsonaro.
Asimismo, en Chile miles de trabajadores pidieron mejores salarios, condiciones dignas y estabilidad laboral, si bien una de las marchas en Santiago derivó en disturbios cuando grupos de encapuchados lanzaron bombas incendiarias contra bancos y comercios.