Participan del proyecto piloto 12 productores de ambos países. En sus parcelas se calculará la huella de carbono, el stock de carbono de la actividad y de las áreas silvestres, así también se realizará el monitoreo de la biodiversidad de cada uno de los sitios.
“Esto permitirá proponer acciones en cada situación apuntadas a reducir la huella de carbono generada, pensando a largo plazo en un proyecto de ‘bonos de carbono’ que eventualmente sea comercializable”, dijo Andrés Madías, líder de Sistema Chacras de Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa, que junto a Fundación ProYungas y la Fundación Moisés Bertoni, lidera esta iniciativa de producción sostenible. El proyecto implica la conservación de bosques, pastizales naturales, humedales, y corredores.