El Dr. Roberto Artavia, en la era pos Covid-19, identifica seis ventajas que hoy tiene Paraguay: Alta calidad de vida a costo razonable; mano de obra joven y bono demográfico; energía abundante y competitiva; recursos naturales diversos y abundantes; ubicación central en Mercosur y robusta estabilidad macroeconómica.
En base a estas ventajas que tenemos como país, se identificaron 6 sectores de la economía que tienen un potencial de crecimiento y otros 3 que tienen más dificultades para salir adelante dada la actual situación de pandemia a nivel mundial.
Los sectores con mejores posibilidades son: Industrias creativas; manufactura liviana y BPO (Business Process Outsourcing); servicio de informática; agroindustria de valor agregado; logística regional y servicios personales. Los sectores que presentan más dificultades son: Forestal; turismo y minería con valor agregado.
Pero estas ventajas identificadas por el Dr. Artavia más los sectores de la economía que fueron reconocidos con mejores condiciones o de mayor potencial deberían ser acompañadas de una consolidación de la estabilidad macroeconómica, el fortalecimiento del SNPP y Sinafocal , la modernización de la matriz energética, fortalecimiento de mercadeo país y cancillería, la simplificación de trámites, un sistema nacional de innovación de emprendimiento, el fortalecimiento de la hidrovía y la resolución alterna de conflictos y relación contractual, que de alguna forma permitirán mejorar sustancialmente el clima de negocios de Paraguay y, por ende, ser más atractivos como país, no solo para los ciudadanos paraguayos, sino sobre todo para la inversión extranjera directa que hoy está buscando nuevos mercados más estables y eficientes para desarrollar sus negocios.
Por otro lado, hoy más que nunca corresponde a las empresas realizar un análisis criterioso de sus acciones y sus impactos en la comunidad. Lo más probable es que las que ya tenían comportamientos éticos antes del Covid-19 puedan rápidamente adoptar medidas importantes para remediar sus impactos, mientras que a las que no las tenían les sea más difícil emprender medidas para minimizar sus impactos negativos, pero nunca es tarde para empezar a trabajar bajo políticas y prácticas socialmente responsables.
Esta pandemia nos demuestra más que nunca que las empresas tienen que trabajar diariamente con políticas y prácticas socialmente responsables para asegurar la sostenibilidad del negocio y también del entorno. Es un trabajo compartido entre el sector público y privado, donde el éxito radica en el equilibro de 3 grandes variables: Lo económico, lo social y lo medioambiental.