Esta exposición ofrece al espectador un inventario de imágenes de dos ciudades: Altos y San Bernardino, sitios muy preciados para el artista.
La serie de fotografías digitales manipuladas con herramientas de IA recrea, mediante fractales, espacios arquitectónicos de valor patrimonial, personas queridas, como Las Chiperas, y naturaleza de la zona: Árboles nativos, flores y lago. Algunas de las piezas están impresas en ao po´i, textil tradicional paraguayo y otras en papel de algodón.
Rito sagrado. Beckelmann ofrecerá mediante la reiteración de imágenes una suerte de rito, lo sagrado que se repite, presente en los patrones geométricos que se asemejan a los bordados del ao po´i, esa codificación y práctica matrística que nombra a la naturaleza como el punto ysyry, jazmín poty, margarita poty, entre otros.
“Se alteran las escalas, los paisajes, los sentidos, fragmentos mezclados que forman nuevas topias, tapices voladores de relatos de ficción”, comenta la artista visual, gestora cultural, curadora independiente y docente, Silvana Domínguez.
Asegura que en cada trabajo “se percibe el pulso acelerado de la tecnología, el movimiento versus el tiempo del bosque, un tiempo otro que el artista recorre cada vez que visita su refugio familiar en San Bernardino”.
Las caminatas libres que abren el pensamiento e invitan a sanar, conectando el cuerpo a la aventura y la exploración; cortezas de árboles, orquídeas silvestres de tierra, aromas de las plantas de café que tostaba su abuela.
“Todo se transforma y la amenaza de la posible extinción de su bosque le ronda frente al crecimiento de la especulación inmobiliaria que se lleva todo a su paso; las casas antiguas, los causes de agua, el aire limpio y la sombra de algún tajy ”, agrega.
La muestra es una experiencia sensorial para aprender la belleza de la naturaleza fusionada a la tecnología.