Bajo la consigna #MiVotoNoSeToca, una multitud vestida de blanco y rosa, los colores institucionales del organismo electoral, llenó gran parte de la explanada capitalina y varias calles aledañas del centro histórico de Ciudad de México.
La reforma “es un retroceso a la democracia. Hace 40 años quien calificaba la elección era la Secretaría de Gobernación (Interior), y este hombre (el mandatario Andrés Manuel López Obrador) quiere lo mismo para controlar la elección” presidencial de 2024, dijo a la AFP Alejandro Rodríguez, un abogado de 61 años.
Al igual que otros manifestantes, Rodríguez señaló que también acudía a la concentración para “protestar contra el presidente”, al que acusa de ejecutar políticas que “perjudican a los mexicanos”.
Los opositores rechazan modificaciones a leyes electorales impulsadas por López Obrador y que fueron avaladas el pasado miércoles por el Legislativo, dominado por el oficialismo y sus aliados.
Según el autónomo Instituto Nacional Electoral (INE), esos cambios eliminan 85% de su personal de carrera y reducen la capacidad operativa de la entidad, encargada de organizar los comicios y a la que López Obrador acusa de ser onerosa y de haber tolerado fraudes en el pasado.
El INE asegura que las reformas disminuyen su estructura territorial al eliminar 300 juntas distritales que tiene en todo el país y que son los órganos que preparan, organizan y celebran las elecciones. En cada estado habría ahora una oficina operada por una sola persona.
Con estos cambios se afecta la actualización y depuración del padrón electoral (conformado por unos 93 millones de votantes), apuntó el ente en un análisis del articulado.
También desaparece el personal encargado de capacitar a los jurados de votación y se limita la capacidad para monitorear la propaganda electoral en radio y televisión, agrega. Igualmente, la reforma acota las atribuciones del INE para sancionar a los funcionarios públicos que se expresen a favor de un candidato en campaña.
Los opositores aseveran que con estos cambios se afecta la independencia del INE y se inclina la balanza a favor del Gobierno de cara a los comicios presidenciales, previstos para mediados de 2024.
Los manifestantes afirman que las reformas que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador le quitan autonomía al ente electoral (INE) y le benefician de cara a los comicios de 2024.