La operación demostró por primera vez que el corazón de un animal puede seguir latiendo en un ser humano sin un rechazo inmediato, explicó en un comunicado.
El paciente, David Bennett, no era apto para un trasplante humano. Este habitante de Maryland de 57 años se halla bajo vigilancia médica para determinar cómo funciona el nuevo órgano. “Era morir o someterme a este trasplante. Quiero vivir. Sé que es un disparo en la oscuridad, pero es mi última opción”, dijo un día antes de la operación quirúrgica.
Bennett, quien pasó los últimos meses postrado en cama con una máquina de soporte vital, añadió: “Espero levantarme de la cama una vez que me haya recuperado”.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) otorgó una autorización de emergencia para la cirugía, como última posibilidad para un paciente que no era apto para un trasplante convencional. “Esta fue una cirugía revolucionaria y nos acerca un paso más a la solución de la crisis de escasez de órganos”, dijo Bartley Griffith, quien trasplantó el corazón de cerdo. “Estamos procediendo con cautela, pero también somos optimistas porque esta primera operación quirúrgica en el mundo brindará una nueva opción importante para pacientes en el futuro”, añadió.
El cerdo donante pertenecía a una manada que se había sometido a un procedimiento de modificación genética para eliminar un gen que produce un azúcar que habría desencadenado una fuerte respuesta inmunológica y provocado el rechazo del órgano.
La modificación corrió a cargo de la empresa de biotecnología Revivicor, que también suministró el cerdo utilizado en un innovador trasplante de riñón en un paciente con muerte cerebral en Nueva York en octubre. El órgano donado permaneció en una máquina para preservarlo antes de la operación quirúrgica, y el equipo también usó un nuevo medicamento junto con otros fármacos convencionales contra el rechazo para suprimir el sistema inmunitario y evitar que rechace el órgano.
orgullo en Pakistán. Amigos y ex compañeros del cirujano paquistaní Muhammad Mansoor Mohiuddin, cuyo equipo logró el primer trasplante de un corazón de cerdo a un humano, sienten orgullo por la proeza del médico para el que ya auguraban grandes proezas cuando era estudiante. Muhammad Mansoor Mohiuddin, nacido en Karachi, ocupó titulares la semana pasada como cofundador del programa universitario estadounidense que trasplantó con éxito el corazón genéticamente modificado de un cerdo a un hombre gravemente enfermo.
Aunque celebrado como un gran avance médico, el procedimiento genera dudas éticas, particularmente entre algunos judíos y musulmanes, que consideran el cerdo como un animal impuro y prohíben su consumo.
Nada de esto preocupa a los antiguos amigos y compañeros de Mohiuddin en Pakistán, que lo recuerdan como un fantástico estudiante apasionado por la medicina.
“Estaba tan interesado, siempre allí, siempre disponible y siempre preparado para implicarse en una cirugía”, dijo Muneer Amanullah, especialista que estudió con Mohiuddin en el Dow Medical College de Karachi en los años 1980.
El vicerrector de la universidad, Muhammad Saeed Qureshi, asegura que el campus está rebosante de orgullo. “Había euforia de que un graduado nuestro hubiera hecho esto”, dijo. Pero el protagonista no quiere todo el protagonismo, sino que rápidamente comparte la proeza con el equipo de 50 personas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland.