EFE
BUENOS AIRES - ARGENTINA
El presidente argentino, Maurico Macri, prepara una dura reestructuración gubernamental, que incluye la desaparición de al menos 10 ministerios, en el marco de un intento desesperado de salvar al país del desastre económico y social.
La reestructuración, que en la práctica supone rebajar a más de la mitad el número de carteras ministeriales, se llevará a cabo, en la mayoría de los casos, mediante la absorción de unos ministerios por otros.
También comprende la eliminación de las figuras de los vicejefes del Gabinete de Ministros (Gustavo Lopetegui y Mario Quintana), aunque –salvo cambios de última hora– se mantendrá al jefe del mismo, Marcos Peña, según fuentes políticas. El Gobierno está integrado actualmente por 22 miembros, incluidos el jefe del Estado y la vicepresidenta, Gabriela Michetti, que a su vez es la presidenta del Senado. Para realizar este reajuste, en el marco de una drástica reducción del déficit público a menos de una cuarta parte de lo pactado en su día con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que era del 1,2%, Macri mantuvo una larga y apretada jornada de reuniones.
Los ministerios de Trabajo, Modernización, Ciencia y Tecnología, Cultura, Energía, Agroindustria, Salud, Turismo, y Medio Ambiente se convertirán en secretarías de Estado bajo el paraguas de otras carteras. Se da como muy probable que el departamento ministerial de Transporte se una al de Energía y el de Salud con el de Desarrollo Social, al tiempo que los de Medio Ambiente y Modernización pasen a depender directamente de la Jefatura del Gabinete de Ministros. Las carteras de Cultura y de Ciencia y Tecnología se integrarán en el Ministerio de Educación, una vez degradadas al rango de secretarías de Estado. Trabajo pasará a estar bajo la órbita del Ministerio de Producción, y Agroindustria, que acaba de despedir a cerca de 600 empleados públicos, pasaría al Ministerio de Hacienda que dirige Nicolás Dujovne, otro de los asistentes a las reuniones en Olivos. También es muy probable que el Ministerio de Producción absorba al de Turismo, dentro de este plan cuyo fin último es una reducción adicional del gasto público de 3.200 millones de dólares.
Se desploman previsiones de una inflación controlada
El peso acumula en lo que va de año una caída frente al dólar del 98%, un reflejo de las dudas que genera el país en el mercado y de una fuga de capitales que se agravó en los últimos meses y que el Gobierno no logra frenar.
A los factores que dificultan lograr la calma de los mercados, como el déficit fiscal crónico o su historia reciente de cíclicos fracasos económicos, se suma que Macri jugó todas sus cartas a una apertura económica total en un contexto internacional desfavorable.
Cada escalada del dólar dispara la inflación (el objetivo este año era del 15% y ahora las previsiones son del 35%), lo que ya está teniendo consecuencias en la actividad y el consumo.