La propia compañía, una de las mayores exportadoras mundiales de carnes, dio a conocer voluntariamente los nombres de 57 fiscales implicados, tras 2 años de conocerse la existencia de una mafia dedicada a adulterar la fiscalización de calidad de sus productos, lo que acarreó millonarias pérdidas en las exportaciones brasileñas y una crisis económica en la BRF.
Un total de 280 policías realizaron 68 allanamientos en 36 ciudades de los estados de Paraná, São Paulo, Santa Catalina, Goiás, Mato Grosso, Pará, Río Grande do Sul, Minas Gerais y Río de Janeiro. De acuerdo con la investigación de la Policía Federal, fueron destinados 19 millones de reales para el pago de coimas por los servicios prestados por los fiscales, los cuales se efectuaron en especie con el cubrimiento de planes de salud, o mediante la realización de contratos ficticios. Sobornos directos a los fiscales y nombramientos de familiares en la compañía cárnica también hicieron parte de las dádivas otorgadas por la BRF para eludir los controles sanitarios. EFE