El presidente francés, Emmanuel Macron, se vio obligado ayer a desmentir una “pelea” con su esposa a su llegada a Vietnam y acusó a las campañas de desinformación de reinterpretar las imágenes que se volvieron virales.
Antes de salir del avión presidencial en Hanói, unas imágenes captadas por la agencia de noticias Associated Press muestran a Macron hablando con su esposa Brigitte –de la que solo se ven los brazos–, cuando de repente esta le empuja violentamente el rostro con ambas manos.
El mandatario parece sorprendido, se gira rápidamente y saluda a los medios, tratando de actuar con normalidad. A continuación, la pareja baja las escaleras del avión y él le tiende el brazo a su esposa, como es su costumbre, pero ella lo ignora y se apoya en la barandilla.
Las imágenes del incidente, ocurrido el domingo por la noche, se volvieron rápidamente virales en las redes sociales, especialmente en las cuentas hostiles hacia Macron, con comentarios que dan a entender una presunta tensión entre la pareja.
“Con mi esposa estábamos bromeando, como lo hacemos a menudo”, explicó ayer a la prensa el jefe de Estado francés, que negó que se tratara de una “pelea doméstica” y pidió “calma a todo el mundo” sobre la interpretación de estas imágenes.
Otras imágenes suyas ya se han vuelto virales en las últimas semanas con interpretaciones diferentes a las oficiales. En uno de los casos, tuvo que desmentir que escondía una bolsa de cocaína durante un viaje en tren a Ucrania con los primeros ministros del Reino Unido y Alemania. “Durante las últimas tres semanas (...), algunas personas han estado viendo videos y pensando que compartí una bolsa de cocaína, que mantuve un pulso con un presidente turco y que ahora estoy teniendo una escena doméstica con mi esposa”, indicó Macron.
“Nada de esto es cierto. Sin embargo, estos tres videos son ciertos, así que calma a todo el mundo”, insistió el mandatario de Francia, donde las autoridades suelen acusar a Rusia de llevar a cabo campañas de desinformación para debilitarlas.
El mandatario atribuyó de nuevo estas instrumentalizaciones a “redes” bien conocidas, como “los rusos” y “los extremos en Francia”. “Luego tenemos toda una serie de cuentas” y “comentaristas a los que nunca les ha gustado mucho lo que hago”, que siguen con el tema, agregó.
La diplomacia rusa no tardó en burlarse del video viral. “Lo que es interesante no es esto, sino saber qué se inventará el Palacio del Elíseo para cubrir el enésimo Emmanuel-gate”, aseguró la vocera de la cancillería rusa, María Zajarova.
“¿Qué será esta vez? ¿Intentó la primera dama animar a su marido acariciándole suavemente la mejilla, pero calculó mal sus fuerzas? (...) Mi sugerencia: ¿Quizás fue la mano del Kremlin?”, tiró Zajarova en un mensaje publicado en su cuenta de Telegram.
La Presidencia francesa dio además versiones contradictorias. Al inicio, negó la autenticidad de las imágenes, antes de que se confirmara que eran verídicas. Posteriormente, un colaborador del presidente describió el incidente como una inofensiva “riña” de pareja.
La relación entre Macron, de 47 años, y su esposa, de 72 años, ha sido durante mucho tiempo objeto de fascinación dentro y fuera de Francia, máxime cuando ella era profesora de teatro y él un alumno cuando se conocieron en un colegio privado de Amiens, en el norte de Francia.