El jefe de Estado recorrió el taller ferroviario ubicado en el cruce de las calles Santa Catalina y Pronsato junto a Vidal, el ministro de Transporte Guillermo Dietrich y el intendente local Martín Insaurralde.
El operativo de seguridad en torno al lugar fue riguroso y se dispuso un perímetro a unos 500 metros que solo personal autorizado pudo cruzar.
Vecinos de Llavallol incluso se vieron sorprendidos ante la novedad de que el presidente había desembarcado y fueron advertidos de su presencia al encontrarse con la negativa de avanzar por las calles aledañas. Tanto recelo fue atribuido por los efectivos policiales a los rumores de una inminente manifestación K que circuló durante las primeras horas de esta mañana. Desde el Gobierno, ante la consulta de Clarín, evitaron precisar el por qué de tanto hermetismo.