Machado reivindica un triunfo arrasador de su candidato, el diplomático Edmundo González Urrutia, y asegura tener las pruebas para demostrar lo que considera el robo de los comicios. Los dos aparecieron en público por última vez el martes en Caracas junto a miles de personas. “Escribo esto desde la clandestinidad, temiendo por mi vida, por mi libertad”, expresó Machado en un artículo de opinión en el Wall Street Journal.
Tras la proclamación de Maduro, el lunes estallaron protestas en Caracas y otras ciudades que dejaron 11 civiles muertos, según oenegés de derechos humanos.
La Fiscalía reportó más de 1.000 detenciones, mientras que Maduro dijo que eran más de 1.200.
Machado abogó por el “cese inmediato de la represión” en las protestas para alcanzar “un acuerdo urgente que facilite la transición a la democracia”.
González Urrutia se ha mantenido fuera de las redes sociales durante casi 24 horas.
Maduro responsabilizó el miércoles a Machado y a González Urrutia de violencia durante las protestas y dijo que “deben estar tras las rejas”. “Ustedes tienen las manos manchadas en sangre”, expresó el mandatario.
No muestran actas. La autoridad electoral no presentó aún el detalle de los resultados del domingo, según los cuales Maduro fue reelecto con el 51% de los votos frente a 44% de González Urrutia. En tanto, crece la presión internacional por un escrutinio transparente. Machado lanzó un sitio web con copias de las actas de votación que asegura que prueban la victoria opositora, pero el chavismo lo tachó de montaje. Maduro, por su parte, pidió a la Corte Suprema pronunciarse sobre las elecciones y dijo igualmente tener la evidencia de su triunfo.
Machado llamó el miércoles a la movilización, sin dar mayores detalles. “La mayor parte de nuestro equipo está escondido (...). Podría ser capturada mientras escribo estas palabras”, indicó Machado.
Cacería de opositores. Caracas ha retomado a medias su normalidad. Sin embargo, el ambiente en general es de temor. En un edificio de un barrio de clase media, los vecinos se hacen señas para callar cuando el tema de las elecciones surge: temen ser delatados y arrestados.
Maduro ordenó un despliegue de seguridad para evitar lo que consideró como un golpe de Estado por parte de la oposición “fascista”. Incluso habilitó en las redes sociales una sección para denunciar “a los delincuentes que han amenazado al pueblo” para “ir por ellos, para que haya justicia”.