“Instamos al diálogo y a las negociaciones como el camino que puede conducir a resolver conflictos”, indica un comunicado de la Conferencia Episcopal Paraguaya, (CEP), dado a conocer ayer en el marco de las 183ª asamblea plenaria ordinaria del organismo eclesial, tras la violenta represión a los campesinos que se manifestaban frente a la Fiscalía General, en Asunción.
El parecer de los 18 obispos reunidos “es que la violencia sólo genera más violencia” por lo que piden cordura y la pacificación de los ánimos en busca de una solución al problema que enfrenta a campesinos y productores.
También manifiestan en su pronunciamiento “que es legítimo peticionar a las autoridades”, pero “recurriendo a los mecanismos institucionales previstos en la leyes de la república”, a modo de un llamado de atención a los manifestantes.
El documento agrega que “es legítimo manifestarse y expresarse a través de protestas”, cuando estas acciones se ajustan “al marco del respeto a derechos de terceros y de manera pacífica”.
El texto del comunicado leído por monseñor Adalberto Martínez, vocero de la CEP, lamenta el enfrentamiento entre las fuerzas policiales y los labriegos que dejó un saldo de más de 50 heridos. “Hacemos un llamado a la prudencia y a la cordura en estos momentos difíciles que vive el país”, destaca el escrito, que revela la preocupación de la Iglesia Católica.
PEDIDO. En el marco del comunicado, los obispos piden a las autoridades el respeto a los derechos humanos y la debida atención a los planteamientos justos de los sectores sociales. También insta a las organizaciones sociales a seguir los mecanismos institucionales y legales para el logro de sus legítimos reclamos.
La Asamblea de la CEP, también reflexionará sobre la realidad del país y el conflicto que se desató en el campo con amenazas sectoriales de ocupaciones y acciones de reclamo y violencia. La conclusiones se darán a conocer el viernes con la emisión de una carta pastoral.