Por Adolfino Aquino<br>aaquino@uhora.com.py<br> La semana pasada culminó con reuniones “fraternales” entre dos líderes liberales que mantienen fuerte disputa desde las internas del año pasado e integran el Gobierno del presidente Lugo: Federico Franco y Blas Llano.<br>Desde el punto de vista mediático, la idea de estos encuentros fue disipar la duda de que ambos están peleados y, de paso, tratar de desvirtuar la versión de que Federico Franco está contra Lugo.<br> La pulseada entre ambos gana notoriedad a través de la prensa, pero también existe otro, menos mediático, Efraín Alegre, que también busca un liderazgo dentro del partido.<br>Todos están con Lugo. El problema es quién tiene más influencia en las decisiones del presidente de la República. En este contexto, los líderes del PLRA juegan su partido.<br>Gustavo Cardozo (franquista), que interina la Presidencia del PLRA porque Federico Franco está de permiso, en una conferencia de prensa en el Directorio azul, dijo que “hay descontentos” con el gobierno de Lugo porque la dirigencia reclama más espacio de poder. Cardozo sólo confirmaba lo que días atrás decía Franco.<br>Blas Llano, ministro de Justicia y Trabajo, en una entrevista con ÚH, dijo que Federico se pasa “chantajeando” a Lugo. Efraín Alegre no quedó atrás y manifestó: “A algunos le quedan grande el poder”. <br>La lucha por más espacio de poder significa más cargos dentro de las instituciones del Estado en diferentes niveles, pero no precisamente para el partido sino para el grupo político interno. Por eso, cada líder busca influir en las decisiones de Lugo.<br> De esta manera, la pelea interna dentro del gobierno, por más cargos y más liderazgo, se proyecta hacia los futuros compromisos electorales del PLRA.<br>EN MILLONES. Los cargos que ocupan los azules en el Gobierno de Lugo son altos y cada liberal que está al frente de una institución maneja sumas millonarias. Los presupuestos mayores tienen el Ministerio de Obras Pública e Itaipú (ver cuadro completo).<br>