Colorados y liberales, en su mayoría, fueron los que intervinieron para atacarse, recordándose sus antecedentes.
Luis Alberto Wagner, del PLRA, por poco no fue vapuleado por los oficialistas, ya que hizo referencia a las internas de la ANR, y le dijeron que se ocupe de su partido.
El disidente colorado Silvio Ovelar se remontó a su infancia como jugador de fútbol, y los comentarios de que para partidos importantes se compraban a los jugadores.
Comparó la situación con el Senado, y así, como ya en declaraciones anteriores, insistió en que el que cambia de posición sobre la enmienda quedaría como vendido.
Sostuvo que confiaba en las palabras de sus colegas, citando a Fernando Lugo y Luis Castiglioni, quienes, según dijo, están firmes en contra de la reelección.
Esta situación provocó risas entre sus colegas. Les alentó a seguir riéndose, pero que chocarían contra un muro. “Solamente la plata de (Horacio) Cartes me puede comprar, puede cambiar mi posición”, señaló, y reiteró que quedaría como vendido con plata.
Intervino el oficialista Nelson Aguinagalde para confirmar que a Beto Ovelar no se le compra, pero que no duda que es un “irrestricto cumplidor de la disciplina partidaria”, dando a entender que si la convención colorada acompaña la enmienda, el mismo votaría a favor.
Abiertamente habló de la posibilidad de sanciones a los que no acompañen.
Ovelar luego retrucó a su correligionario indicando que en su legajo partidario no existe ningún antecedente de traición al partido.
Sostuvo que nunca fue cartista, pero que peleó para que la ANR vuelva al poder de la mano de Horacio Cartes y que salió malherido casi de muerte en esa batalla.
Es que había sido filmado y denunciado comprando cédulas, por lo cual se ganó el mote de Trato Apu’a.
“Es bueno que entre colegas aclaremos los tantos, que la Constitución Nacional está por encima de los estatutos partidarios”, manifestó, alegando que los senadores ni diputados están sujetos a los mandatos imperativos.
Insistió en que el mismo encabezaría las movilizaciones y cierre de rutas en el caso que se decida la expulsión, y aseguró que 23 senadores votarían contra la enmienda.
Lilian Samaniego hizo un discurso apostando por el diálogo. Juan Carlos Galaverna habló de la violación de la Constitución, y Juan Darío Monges le volvió a sacar en cara que es un ladrón confeso de la voluntad popular. Gustavo Alfonso cuestionó la maniobra que rechazó enmienda.