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Santiago de Chile
Miles de chilenos detractores del ex dictador Augusto Pinochet salieron ayer a las calles a festejar mientras sus partidarios lloraban al militar que murió ayer en el Hospital Militar de Santiago.
Los opositores del fallecido ex gobernante de facto celebraban con cánticos, pancartas, banderas y en la Plaza de Armas, y muchos de los familiares de detenidos desaparecidos destaparon botellas de champaña.
La Alameda Bernardo O’'Higgins, la principal arteria que cruza la capital chilena, se encontraba abarrotada de gente que celebraba la muerte de Pinochet.
“QUE SE PUDRA EN EL INFIERNO”. “Vine a celebrar absolutamente la muerte del ex dictador y ojalá se pudra en el infierno, pero es una lástima que no lo hayamos podido juzgar en vida”, dijo Javiera Sánchez, una estudiante de periodismo de 18 años.
“Voy a celebrar con toda mi familia la muerte del tirano. Además tengo una botella de caña de Brasil guardada hace 25 años para celebrar esta fecha”, señaló por su parte Santiago Cavieres, un abogado de 75 años.
“Yo estuve en el Estadio Nacional (que fue centro de detención tras el golpe de 1973), de ahí me mandaron al campo de concentración de Chacobuco, donde estuve 8 meses. Todos los que estuvimos presos fuimos torturados”, agregó Cavieres.
En algunas poblaciones de la periferia, detractores del ex dictador levantaron barricadas y encendieron fogatas para festejar el deceso del ex dictador, mientras los automovilistas recorrían las calles haciendo sonar sus bocinas.
Por el contrario, frente al Hospital Militar donde se encontraba internado Pinochet, decenas de adherentes lloraban su fallecimiento portando fotografías del ex dictador y entonaban de vez en cuando el himno nacional.
“LE DEBEMOS LO QUE SOMOS”. La Policía detuvo a una persona que superó las barreras para tratar de bajar la bandera ubicada en el ingreso principal del hospital a media asta, como señal de duelo.
“Mi hijo me llamó para avisarme y no lo dudé. Me quiero despedir de él, hizo mucho por Chile. Nosotros le debemos lo que somos y es una pena que haya gente que no lo reconozca”, dijo María Teresa Pinto, de 58 años, mientras sacaba de su cartera una foto de Pinochet.
Lucía Morales, otra seguidora del ex dictador manifestó que nadie ha reconocido lo que Pinochet hizo por el país. “Han sido injusto con él”, agregó.
Muchos de sus partidarios reaccionaron con violencia en contra de la prensa nacional y extranjera que cubría los acontecimientos.