Las gratificaciones a los funcionarios de la Cámara de Senadores llegaron a su fin, anunció ayer el senador Blas Llano, titular del Congreso. De esta forma, el legislador liberal se plantó ante los empleados de la Cámara Alta, quienes ya no podrán cobrar los sobresueldos previstos para setiembre y diciembre de este año.
La reacción no se hizo esperar y los funcionarios se reunieron en la Sala Bicameral del Congreso donde, tras expulsar a la prensa a gritos, analizaron a puertas cerradas la situación y luego anunciaron que es inminente una huelga.
Los estatales continúan en asamblea permanente y señalaron que si Llano oficializa los recortes para este año, se hará una huelga.
“Yo he recibido el respaldo de los senadores de la mesa directiva y esa es la idea”, se ratificó Llano.
Dijo que “probablemente el viernes” se reunirá con los funcionarios, señalando que tiene otras actividades que le imposibilitan reunirse.
Mencionó que la medida dará marcha atrás solo si los legisladores se oponen. “Si recibo una atenta nota de mis colegas donde me digan que haga lo contrario, así será. En definitiva, yo represento a un cuerpo colegiado de 45 miembros”, refirió el legislador para luego señalar que no teme a ninguna huelga.
“No les tengo miedo. Están en su derecho de hacer lo que crean conveniente, pero no les tengo temor”, añadió.
Planilleros. El legislador reiteró además que será implacable con los que no cumplen funciones y en ese sentido subrayó que se está trabajando en la lista de funcionarios que no asisten a sus lugares de trabajo. “Se sabe todo acá”, aseveró.
El senador colorado Enrique Bacchetta dijo por su parte que hay funcionarios con cargo de director que ni siquiera asisten a sus lugares de trabajo y cobran gratificaciones y salarios muy altos.
Habló de los contratos que vencieron en junio. “Eran casi 900, muchos ya ni aparecieron porque saben que ya no van a ser contratados probablemente”, remarcó.
Los funcionarios no cuentan con un contrato colectivo, por lo que les será más difícil revertir la situación y por ello no ocultan el nerviosismo.
“Si yo tengo en el presupuesto del Senado unos rubros para comprar 100 televisores, y si me doy cuenta de que esos 100 televisores no hacen falta, entonces puedo dejar de utilizar esos rubros. No es que yo tengo que ejecutar sí o sí”, ejemplificó Llano para explicar su decisión.
Con los recortes, el Congreso ahorrará G. 8.140 millones solamente este año. Durante la administración de Julio Velázquez, el Congreso gastó en este rubro G. 8.851.822.740. Estaba presupuestado un total de G. 16.991.898.720.
El pago de las gratificaciones se incluyó durante la presidencia de Juan Carlos Galaverna, en el año 1999.