La lucha contra la corrupción, el contrabando, el tráfico de drogas y de armas, fueron los temas abordados ayer en la primera Cumbre de Poderes llevada a cabo en Mburuvicha Róga bajo la presidencia de Santiago Peña, quien pidió mantener una agenda conjunta entre los titulares de cada poder del Estado para poder combatir estos flagelos.
La llamativa y sorpresiva cumbre, que se realizó en tiempo récord, en un día no laboral –además de la reunión no se conoció un hecho significativo– y tras una semana de que Peña haya asumido el cargo, con el fin de llevar adelante ejes centrales para el combate a la corrupción, se llevó a cabo días después de que el propio Jefe de Estado haya mencionado su intención de deshacerse de la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac).
Peña estuvo acompañado del vicepresidente de la República, Pedro Alliana, del asesor político de la Presidencia, José Alberto Alderete, y de su jefa de Gabinete, Lea Giménez. Participaron el titular del Congreso Nacional, Silvio Beto Ovelar; el ministro César Manuel Diesel Junghanns, titular de la Corte Suprema de Justicia; el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón, y el contralor general de la República, Camilo Benítez.
“Tuvimos un hermoso encuentro, fue una reunión que para mí era clave terminar esta primera semana al frente del Ejecutivo para dialogar con ellos y transmitirles la necesidad de trabajar todos juntos en los grandes desafíos que tiene el Paraguay, no podemos trabajar de manera aislada, les transmitimos que los paraguayos tenemos una gran oportunidad y que si trabajamos todos juntos podemos alcanzar las metas, les agradezco muy gratamente a todos, hay una sintonía total, cada uno de los presidentes de cada poder son personas con una gran experiencia, con mucha experiencia en sus instituciones”, sostuvo el presidente de la República.
El mandatario indicó que en la primera reunión se pusieron los ejes sobre la mesa y acordaron tener un segundo encuentro en el transcurso de la semana, específicamente el día jueves. Dijo que se siente muy satisfecho de poder terminar su primera semana como mandatario teniendo una reunión con todos los representantes de las instituciones.
CRÍTICAS. El analista político Hugo Estigarribia criticó la convocatoria señalando que es improcedente que el Ejecutivo convoque a otros poderes que deben trabajar de forma independiente.
“¿Peña quiere eliminar la Secretaría Nacional Anticorrupción y convoca a reunión al Ministerio Público y Contraloría para intentar combatirla? Estos órganos, creados por la CN, deben hacer su tarea, sin injerencia del Poder Ejecutivo, y deben mantenerse independientes. IMPROCEDENTE”, escribió en su Twitter Estigarribia. El periodista Benjamín Fernández Bogado dijo que “cada uno hace lo que debe para luchar contra la corrupción. Toda cumbre entre los cinco genera dudas y suspicacias. Cuidado”.
La lucha contra la corrupción, el tráfico de drogas, de armas y el contrabando nos tienen que unir como paraguayos.
Santiago Peña, presidente.
Nuestra presencia debe ser una constante en este modelo de Estado democrático y debe haber consenso.
Emiliano Rolón, fiscal general.
La Contraloría es la que debe liderar la política de transparencia y no una secretaría que dependa del Ejecutivo.
Camilo Benítez,contralor general.
La lucha contra la corrupción no se puede llevar adelante por un solo andarivel, se necesita la articulación.
Silvio Ovelar, titular del Congreso.
En 2019 se llevó a cabo una cumbre que no prosperó
En el 2019, y por invitación del entonces presidente del Congreso Nacional, Blas Llano, se llevó a cabo una cumbre de poderes con el fin de estudiar la Ley del Presupuesto General de Gastos de la Nación. Transparencia y participación de todos los sectores civiles y políticos de la sociedad, gremios empresariales, estudiantes, representantes de los partidos políticos, entre otros, además de aplicar una política de austeridad sin aumentos para el ejercicio fiscal. Este fue el eje central en aquel momento.
Las autoridades, con el entonces presidente Mario Abdo a la cabeza, acordaron trazar lineamientos generales para alcanzar un consenso a fin de establecer políticas sociales.
La política energética en Itaipú y Yacyretá fue otro punto conversado ese año.
Sin embargo, en aquella oportunidad la reunión de poderes culminó sin ningún acuerdo firmado y las promesas realizadas se las llevó el viento.
La reunión de cúpulas no tuvo el efecto esperado y muchos de los puntos tratados no arrojaron resultado alguno.
No obstante, pese a toda la parafernalia y el anuncio del encuentro, ya no se volvió a producir una reunión igual y todos los temas quedaron olvidados.
Como en otras tantas veces, la famosa Cumbre de Poderes que se suele llevar a cabo durante los primeros años de gobierno del mandatario entrante queda en la nada, y opacada por el electoralismo y el enfrentamiento político de cúpulas.