Mi nombre es Benito Ortega Torres tengo 25 años y soy ingeniero agrónomo por la Facultad de Ciencias Agrarias (UNA) Filial Santa Rosa, Misiones.
Soy de Natalio, Itapúa, pero me mudé a San Juan Misiones para terminar el colegio en la escuela agrícola donde logré ser mejor egresado. Desde chico siempre me interesó la ciencia y en principio me gustaba la carrera de biología, pero ir a estudiar en la Universidad Nacional de Asunción, en San Lorenzo, iba a ser muy caro por la estadía, entonces opté por Agronomía.
Fui presidente del Centro de Estudiantes de mi Facultad, miembro del Tribunal Electoral Independiente (TEI) de mi Filial y miembro suplente del Consejo Superior Universitario.
Becas en Estados Unidos
En el año 2015 me becaron por el programa Jovenes Embajadores en Estados Unidos. Luego en diciembre del 2019 hasta julio 2020 fui nuevamente para una pasantía laboral.
Recientemente, volví a ser seleccionado ya como mentor del programa de la Embajada de Los Estados Unidos en Paraguay, Amigos de las Américas y la Fundación Paraguaya para dar seguimiento a proyectos de gran impacto social de 13 jóvenes de todo el país y un posterior viaje a Austin, Texas, en enero del 2024.
Estas becas me cambiaron la vida, me mostró lo chico que es el mundo y lo grande que puede ser el impacto de nuestras acciones por más pequeñas que sean en nuestras comunidades; que de eso se trata, al final del día, vivir.
La primera fue un desafío el cambio porque la familia con quien fui a vivir no hablaba nada en español y era cambiar de chip. La segunda vez fue totalmente una experiencia nueva porque nos agarró la pandemia. Me tocó ser el líder del grupo de egresados de escuelas agrícolas que viajamos. Me tocaba ser el traductor, en inglés, español y guaraní porque había compañeros de Villarrica, de San Pedro del Ycuamandyyú, de Minga Guazú. Era el único que tenía licencia de conducir, a la vez tenía que hacer de sicólogo y de hermano mayor. Pasamos por muchos momentos difíciles y eso hizo que creamos un vínculo fuerte.
Emprendimiento
Al volver de Estados Unidos, con el dinero de la pasantía remunerada, decidimos con mi esposa emprender en la producción de frutilla, en Santa Rosa, en la compañía Gavino Rojas. También terminé la carrera, mi señora me ayudó muchísimo porque para pagar mi tesis vendíamos las frutillas y tragos en la esquina de la plaza de la ciudad.
Empezamos produciendo, en el año 2020, 3.500 plantas frutilla y en el 2022 ya alcanzamos 16.000 plantas. Incursionamos además en la producción de frutos rojos; cultivamos también frambuesa y zarzamora. Nuestro emprendimiento se llama Bomplant Horticulture, en honor al botánico francés, Aimé Bonpland, quien vivió en Santa María Misiones en la época francista.
Docencia
Actualmente, soy docente técnico de la Facultad de Ciencias Agrarias, en Santa Rosa, soy también coordinador de Extensión Estudiantil de las Carreras de Ingeniería Agronómica y Licenciatura en Administración Agropecuaria. Este año culminé la especialización en Sustainable Community Development, Models and practices por la Universidad de Rutgers Camden, NJ, USA. Estoy culminando también una especialización en Didáctica Universitaria.
Si el Programa Nacional de Becas de Posgrado en el Exterior Don Carlos Antonio López (BECAL) me permite, voy a iniciar mi doctorado en administración pública y desarrollo sostenible en la Universidad de Rutgers, en setiembre del año que viene.
Liderazgo
Conforme pasó el tiempo fui desarrollando el liderazgo, siendo el director de una organización que era mi proyecto dentro del programa de jóvenes embajadores siendo el líder del grupo de becados en Estados Unidos y presidente del centro de estudiante como docente; liderando el emprendimiento con mi señora.
Como disertante siempre me tocó hablar sobre liderazgo, emprendedurismo y activismo. Uno es agente de cambio, y si eso se puede reproducir en más jóvenes si se logra algo significativo.
Es lo que me apasiona porque participando es la mejor forma de contribuir a la comunidad.
Para crecer hay que ir por procesos, escalón por escalón. Los sueños valen mucho más de lo que pensamos y tenemos que tratar de cumplirlos siendo nosotros mismos. Vivimos en una sociedad en la que la mayoría quieren ser como alguien y se olvida de su propio yo. Sí hay que inspirarse en alguien, pero siempre siendo uno mismo.
