En los hospitales de Lambaré y Capiatá las deficiencias edilicias y las carestías de medicamentos e insumos son similares. A casi dos años de gestión de Santiago Peña, el sistema de salud pública muestra una deplorable atención, según las quejas de los pacientes que recogió Última Hora.
En el Hospital Distrital de Lambaré, los pacientes denunciaron no solo la falta de medicamentos e insumos, sino que hasta tienen que comprar termómetros. En medio de las reparaciones de los techos, los pacientes sortean los materiales de construcción para poder ingresar a los servicios de urgencias adultos y pediátricos.
A estas deficiencias se suman las quejas para el agendamiento porque tienen que madrugar para poder consultar. Ayer, eran las 08:40 y Nidia Santacruz madrugó para turnos de PAP, mamografía y estudios de laboratorio. A las 05:30 llegó al hospital para poder cumplir con el chequeo anual.
A casi las 09:00, le faltaba aún el último servicio: PAP. La paciente relató que se espera mucho para las consultas y que los estudios le entregarán recién dentro de dos meses.
También contó que semanas atrás, durante una consulta en urgencias pediátricas le pidieron comprar un termómetro para medir la temperatura de su hijo.
Por otra parte, Carlos Portillo, dijo que de 6 medicamentos que recetan, solo tienen tres en la farmacia. Criticó las falencias en salud pública y afirmó que este Gobierno de Santiago Peña es peor que de Mario Abdo, ex presidente.
El doctor Alfredo Segovia, director médico, admitió algunos faltantes de medicamentos. “Siempre hay algunos insumos que por licitación están con atrasos y en algunos gastos pueden incurrir (los pacientes)”.
Añadió que actualmente se está arreglando el techo y haciendo mejoras internas de consultorios. Estimó que en dos semanas culminarán las obras.
MÁS FALENCIAS. En el Hospital Distrital de Capiatá, el principal problema que atraviesa son las falencias edilicias. Obras que no terminan, espacios reducidos para salas de esperas, sala de estar a la intemperie y consultorios de urgencias pediátricas instaladas en un depósito.
Pese a que los pacientes no mencionaron quejas relacionadas a la escasez de medicamentos, una persona que prefirió el anonimato para evitar represalias, se quejó de las condiciones de atención a los pacientes en urgencias pediátricas.
Los niños son atendidos en unas piezas tipo container desde hace meses. Lamentó que pese a que culminaron las obras de refacción, aún no se realiza la mudanza para dar una mejor atención a los pacientes pediátricos.
La infraestructura del Hospital de Capiatá no da abasto ante la alta demanda de pacientes que llega a casi 1.000 por día. Los pacientes adultos aguardan a la intemperie o en espacios precarios en días de frío y de lluvia.
El doctor Osvaldo Ferreira, director general del Hospital de Capiatá, explicó que se está remodelando el servicio de urgencias pediátricas y una vez que culminen las obras, se trasladará nuevamente al espacio habitual. La obra está terminada, pero faltan “retoques”.