Gustavo Saba
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Era un partido clave, ambos lo sabían, y dieron un partidazo al público. La presión en cada sector de la cancha fue tremenda.
Tanta presión y alta intensidad, que el tanto de apertura llega por un rebote que le queda a Néstor Camacho, en una presión alta del Decano, para así adelantarse en el marcador.
La intensidad nunca disminuyó en ambos; en la primera jugada de la complementaria Iván Piris se mandó una pared con clase y espacios reducidos con Sebastián Ferreira, que terminó en un centro de Piris y certero cabezazo de Sebas, cumpliendo con la tradicional “ley del ex” y empatar el marcador 1-1.
Ya con el 1-1, ambos intercambiaron golpes, fue ataque por ataque, con pocas marcas en el medio y en busca de la victoria.
Esa victoria que se la llevó el Franjeado, con el tanto de su jugador, del capitán, Roque Santa Cruz, en el error más grosero de la defensa liberteña, dejando solo en el área a Roque tras un centro a la cabeza que le mandó Hugo Fernández; esa combinación da gol, y ese gol es la cima en soledad para Olimpia.
La cifra
100 partidos cumplió Alfredo Aguilar como portero de Olimpia (87 por torneos locales y 13 internacionales).
99 goles alcanzó ayer Néstor Camacho en el fútbol paraguayo, de estos 43 los hizo como delantero del Decano.
Ramón Díaz, intrigado por la labor del línea
Pese a la derrota, Ramón Díaz, entrenador de Libertad, se fue contento con el rendimiento de su equipo, aunque remarcó algo que lo extrañó: la actuación del línea número 2, José Cuevas.
“En el primer tiempo fue muy dinámico por parte de ambos equipos; lo que sí me sorprendió que cada jugada que hacíamos el lineman levantaba cada vez la bandera, seis a siete veces, el de la derecha siempre lo levantaba”, apuntó el DT por el gol anulado a Blas Cáceres, entre otras jugadas.
En otro punto, Díaz cree que aún le queda tiempo para pelear el torneo, y sobre su continuidad como DT del Gumarelo aclaró: “Aún falta para pensar esas cosas”.
Los dos factores: La presión y la efectividad
Daniel Garnero, entrenador de Olimpia, sostuvo dos factores como vitales en la victoria: la primera fue la efectividad en los ataques para marcar y la presión tras perder los balones.
“La efectividad fue clave, la precisión en la terminación, no tuvimos muchas situaciones claras, son partidos duros. El hecho de tener efectividad hizo que podamos ganar”, expresó Garnero en conferencia de prensa. Mientras que la presión fue algo que se trabajó en la previa. “La presión resultó, fue una de las virtudes que tuvimos (...) Me llena de orgullo que con esa presión nos pusimos en ventaja, no tuvimos grandes contratiempos”.