17 jun. 2025

LA PRENSA Y EL PESIMISMO

Sobre el punto

soviedo@uhora.com.py

Algunos canales y diarios del país enfatizan las informaciones negativas y la imagen que proyectan de los políticos socava la confianza que éstos deberían generar en la ciudadanía.

El párrafo no me pertenece. Es un resumen de lo que el presidente de la Cámara de Diputados, Enrique Salyn Buzarquis, expresó el lunes en Paraguarí, quejándose del pesimismo y de la falta de esperanza que las malas noticias provocan.

Para el joven político liberal, los medios de comunicación no destacan lo bueno y contribuyen a aumentar la insatisfacción de los paraguayos.

Si fuéramos a refutarlo, resaltaríamos que las noticias positivas, por lo general, se pierden o quedan opacadas por la avalancha de hechos negativos. Que en gran medida ellas se generan en la sociedad civil, en el empeño personal o colectivo de millares de compatriotas que se esfuerzan por salir adelante. Aclaremos: a pesar de los malos políticos -que son los más- y de los malos Gobiernos y pésimos dirigentes que ha venido padeciendo el Paraguay.

También le diríamos que las noticias calificadas de negativas por quienes ejercen el poder son generalmente las que demuestran sus omisiones, negociados, insensibilidad o desaciertos.

Buzarquis es noticia en estos momentos justamente por haber creado más cargos de dirección en la Cámara de Diputados e introducir aumentos para sus partidarios. ¿Era imperioso adoptar estas decisiones? ¿La Cámara incumpliría sus obligaciones si él no tomaba estas medidas?

Descontando la gratuidad de los servicios en los hospitales públicos, la promesa de transparencia en las instituciones públicas -en particular en Itaipú y Yacyretá- y la intención de institucionalizar el uso de los fondos destinados a la construcción de viviendas populares, prácticamente no queda dato positivo que destacar. Nada que sirva para llenarse de optimismo y alegría.

Por el contrario, sobresalen de nuevo, como en los Gobiernos colorados, las mezquindades e inmadurez de los liderazgos que hasta abril pasado se situaban en la oposición.

Mientras se le escapan medidas que representan un retroceso y atentan contra la dignidad de las personas, como la que propone la Dinatrán, de poner en circulación los ómnibus chatarras de hasta 30 años de antigüedad. ¿No debería ser al revés: que se obligue a las empresas de transporte a renovar toda la flota?

El onerosísimo festival de corrupción que tuvo lugar en la Itaipú Binacional halla en las chicanas jurídicas el manto de impunidad que los anteriores administradores esperan. En el IPS la gente sigue sufriendo el castigo de un sistema colapsado y mal administrado. Los colorados pusieron en marcha su política de bloqueo en el Congreso, para impedir que el Ejecutivo lleve adelante sus promesas.

La inseguridad ciudadana está cobrando visos de mayor violencia y la Policía sigue perdiendo ampliamente la batalla. El contrabando y los maletines circulan como siempre. Se evaden recaudaciones hasta en los puestos de peaje

En los países vecinos, como la Argentina y el Brasil, las autoridades, los empresarios y sindicatos están analizando las estrategias de crisis que podrían adoptar para reducir el impacto de la recesión económica que, nadie duda, ya empieza a hacerse sentir.

Entretanto, en el Paraguay la clase política gira en torno al culebrón sobre la actitud conspiraticia del vicepresidente, los viajes de Lugo, los cambios en la cúpula militar, las rencillas entre los neofuncionarios de Yacyretá, las internitas liberales y la crisis en Tekojoja y la Alianza.

Así, es fácil deducir quiénes son los responsables de que las noticias positivas pasen inadvertidas.