Por Iván Lisboa
ENCARNACIÓN
Luego de fuertes cambios estructurales, económicos y sociales, Encarnación cumple cuatro siglos de vida vista como una ciudad modelo. Los pobladores elogian el progreso, pero reclaman mejorar caminos y transporte público.
Hoy se recuerdan 400 años desde aquella legendaria aventura en donde, liderados por San Roque González de Santacruz, el 25 de marzo de 1615 los guaraníes cruzaron el río Paraná desde Posadas huyendo de los bandeirantes y decidieron fundar la ciudad Nuestra Señora de la Encarnación, hoy capital de Itapúa.
“San Roque sabía que los bandeirantes vigilaban a los paraguayos. Entonces, ¿qué hizo él? Sigilosamente, entre las 19.00 y las 20.00, los llevó por el río Paraná, bajaron hasta la bahía San José y de ahí hasta lo que hoy es la Plaza de Armas. Esto, que duró 3 días es el inicio de lo que hoy conocemos como Encarnación”, relató el historiador Silvio Sosa, autor del libro Encarnación, 400 años.
Explicó que la vida del encarnaceno no fue fácil en sus cuatro siglos. “Hubo 4 grandes éxodos y el último, el más conocido, donde Yacyretá con su embalse desplazó a ciudadanos de su centro urbano y convirtió a la ciudad en lo que es hoy”, expresó.
Sin embargo, en contrapartida, pese al fuerte impacto económico y social en la tradicional “zona baja”, esa megaobra hizo que en la actualidad Encarnación sea vista como la ciudad modelo, donde las inundaciones y el hacinamiento ya son parte de la historia, según Sosa.
De la villa a la urbe. Don Isabelino Balcázar es uno de los pobladores más antiguos de la Perla del Sur. Con sus 73 años, le tocó vivir la transformación casi total de la ciudad.
“En los 40 esto era una villa. Teníamos solo dos calles, las llamadas Mariscal Estigarribia y Juan Mallorquín, obviamente todo era arena. Apenas había luz y la mayoría de los encarnacenos vivíamos tranquilamente”, cuenta.
Sin embargo, desde hace unos 5 años, asegura que a Encarnación por fin le llegó la modernidad. “Con las obras de la Costanera hubo un cambio de 360 grados. Hoy quizá somos la ciudad más importante. Tenemos comodidad, seguridad y facilidades que cambiaron todo”, comenta.
Sin embargo, para ciudadanos como Liz Martínez y Alberto Aquino, no todo es color de rosa. Reclaman que debido al cambio radical perdieron la habitual tranquilidad y los comercios rentabilidad, luego del cambio al llamado circuito comercial.
Coincidieron con el historiador Silvio Sosa, en que es necesaria la construcción de más vías de comunicación y mejorar el transporte público.
Con una serie de actos, desde hace días la comunidad y sus autoridades celebran los cuatro siglos de existencia de la conocida Capital de los Corsos que cada verano convoca a miles de personas de todos los puntos del país.