AFP
BOGOTÁ, COLOMBIA
La operación que condujo al rescate incruento de Íngrid Betancourt y otros 14 rehenes fue ejecutada con una precisión de relojería por un grupo de la inteligencia de las Fuerzas Armadas colombianas que consiguió engañar a los rebeldes de las FARC.
Una reconstrucción de lo ocurrido, según el relato de los jefes militares y de algunos de los rescatados, es la siguiente:
0.00 hs. (5.00 GMT) del miércoles. Los militares, supervisados directamente por el comandante del Ejército Mario Montoya, concluyen el último ensayo de la operación, cuyo comienzo había sido retrasado por 24 horas.
5.00 En el campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el este del país, donde habían sido concentrados los secuestrados, comienzan una jornada habitual: los rehenes se levantan para escuchar los mensajes que en la forma acostumbrada les transmiten sus familiares por las radios comerciales.
7.00 El jefe rebelde Gerardo Aguilar, alias César, responsable de la vigilancia, comunica a los cautivos que deben estar listos para hacer un viaje.
Después de las 12. Los dos helicópteros militares, pintados de blanco para simular una misión humanitaria, parten de una base en el este del país con destino a la selva del Guaviare.
13.13 Uno de los helicópteros aterriza en un descampado abierto por los guerrilleros cerca al río Apaporis, a 70 km al sur de San José del Guaviare, mientras que el otro se mantiene en el aire.
Los seis militares que viajan a bordo (dos tripulantes y otros cuatro que fingen ser miembros de una misión internacional y guerrilleros) notifican a César que él mismo debe participar en el traslado de los rehenes a un campamento donde los espera Alfonso Cano, recientemente nombrado nuevo máximo jefe de las FARC.
EN LA AERONAVE. Hacia las 13.30. Tras un breve diálogo, César y otro de sus hombres ordenan que los secuestrados sean esposados y subidos a la aeronave.
13.36. El helicóptero parte del campamento guerrillero y mediante una clave (“generadores en su punto”) uno de los pilotos notifica a los mandos militares que tienen en sus manos a los secuestrados.
13.41 Cuando la aeronave alcanza los 2.500 pies, dos de los militares camuflados reducen a César y su acompañante y gritan a los secuestrados: “Somos el Ejército de Colombia. Ustedes están libres”. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, es informado por una llamada telefónica.
POCO DESPUÉS DE LAS 14.00. Los dos helicópteros llegan al aeropuerto de San José del Guaviare, donde Betancourt y los demás rehenes abordan un avión militar hacia la base de Tolemaida, donde los espera el avión presidencial. Allí los estadounidenses Thomas Howes, Marc Gonsalves y Keith Stansell toman otra aeronave y viajan hacia San Antonio (Texas, Estados Unidos).
“Quiero primero darles gracias a Dios y a los soldados de Colombia”, dice Betancourt a un periodista de la emisora local del Ejército en la zona.
14.15. En Bogotá, el ministro de Defensa Juan Manuel Santos comunica a la prensa el rescate.
17.08. El avión presidencial que traslada a Betancourt y los otros 11 rehenes aterriza en la base militar de Catam, en el oeste de Bogotá. Betancourt baja del avión y se abraza apasionadamente con su madre Yolanda Pulecio y su esposo Juan Carlos Lecompte.
