12 may. 2024

La muerte del líder de Al Qaeda en Afganistán reaviva viejos fantasmas

Ayman al Zawahiri estuvo al frente de la red yihadista en 2011, tras la muerte del entonces líder del grupo terrorista, Osama Bin Laden, a manos de un comando estadounidense en Pakistán.

La muerte del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, en un ataque de un dron estadounidense en Kabul ha reavivado los fantasmas del supuesto apoyo talibán en su territorio a grupos yihadistas, después de que los islamistas se limitaran este martes a condenar el bombardeo sin hacer referencia al terrorista.

“El sábado, bajo mis órdenes, EEUU llevó a cabo un ataque aéreo en Kabul, en Afganistán, que mató al emir de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri”, afirmó el presidente en un discurso televisado desde la Casa Blanca. “Se ha hecho justicia y este líder terrorista ya no está”, añadió.

Ayman al Zawahiri era uno de los hombres más buscados por Estados Unidos, que prometía 25 millones de dólares por cualquier información que permitiera detenerle.

Se puso al frente de la red yihadista en 2011, tras la muerte de Osama Bin Laden a manos de un comando estadounidense en Pakistán.

Llevaba más de 10 años con paradero desconocido y se lo consideraba el cerebro de los atentados del 11 de setiembre de 2001 que causaron casi 3.000 muertos en EEUU. Biden dijo que su muerte permitirá pasar página a las familias de las víctimas de esos ataques contra las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York y la sede del Pentágono cerca de Washington.

MISILES HELLFIRE. El ataque con dron se llevó a cabo con 2 misiles Hellfire y sin presencia militar en tierra, aseguró un funcionario, lo cual demuestra la capacidad de Estados Unidos para identificar y localizar incluso a los terroristas más buscados del mundo y tomar medidas para eliminarlos. “Ayman al Zawahiri fue localizado varias veces y durante largos periodos en el balcón, donde finalmente fue golpeado por el ataque en la capital afgana”, agregó. La operación no causó víctimas civiles, dijo Biden, que estaba enfermo de Covid-19 y sometido a estricto régimen de aislamiento cuando ordenó el ataque el 25 de julio. La vivienda atacada no tiene señales de explosión y nadie resultó herido en la operación. Estos dos elementos hacen pensar que Estados Unidos usó el Hellfire R9X, misil con seis cuchillas que no explota al alcanzar su objetivo.

Bautizado como Flying Ginsu, el misil se ha convertido en munición habitual para liquidar a líderes yihadistas sin causar víctimas civiles. La casa de tres pisos alcanzada está situada en Sherpur, barrio acomodado de la capital afgana, donde varias residencias son ocupadas por responsables y comandantes talibanes de alto rango.

Varios habitantes interrogados pensaban que la casa estaba vacía. “No hemos visto que nadie viviera ahí desde hace un año”, aseguró un empleado de una oficina cercana. “La vivienda siempre estaba a oscuras, sin una sola bombilla encendida”. El ministro del Interior afgano negó el fin de semana informes sobre un ataque con aviones no tripulados en Kabul y dijo que un cohete había alcanzado una casa vacía en la capital. Sin embargo, el portavoz de los talibanes Zabibullah Mujahid tuiteó que un ataque aéreo se había llevado a cabo mediante drones estadounidenses, pero no habló de víctimas ni mencionó el nombre de Zawahiri. La presencia de Ayman al Zawahiri en Kabul es una “clara violación” de los acuerdos alcanzados con los talibanes en Doha, en 2020, en virtud de los cuales los islamistas se habían comprometido a no acoger a Al Qaeda en su territorio, afirmó un alto funcionario norteamericano.

El secretario de Estado Antony Blinken afirmó que al albergar y proteger a Zawahiri, los talibanes violaron groseramente el acuerdo de Doha, que previó la salida de las tropas norteamericanas de Afganistán.

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