19 abr. 2024

La inteligencia artificial abre nuevos retos para la ciberseguridad en 2020

La capacidad de la inteligencia artificial (IA) para absorber y procesar ingentes cantidades de datos tiene un lado oscuro en su uso por parte de piratas informáticos para crear nuevo “malware”, una tendencia que ya se está observando y que irá a más en el año que empieza.

Inteligencia aratificial.jpg

La inteligencia artificial evolucionó aceleradamente en los últimos años.

Foto: Pixabay

Del mismo modo que la IA tiene un gigantesco potencial creador al dotar a la máquina de un proceso por el que emular el aprendizaje humano, esto también le confiere grandes capacidades destructivas y para hacer el mal, como por ejemplo, mediante la elaboración y difusión de virus, troyanos y otro software maligno.

“Los piratas informáticos usarán cada vez más la inteligencia artificial para lograr ‘malware’ que sea más destructivo”, explicó en una entrevista con EFE la directora social de Ingeniería de Software de Microsoft, Glaucia Faria Young.

“Esto es algo que ya ha empezado a ocurrir y desbordará los modelos de seguridad que hemos usado tradicionalmente. Son ataques más complejos y más ampliamente distribuidos. Por ello, es más fácil que no sean detectados”, apuntó.

Lea más: “La inteligencia artificial presente ya en todos los ámbitos de la vida”

Los sistemas de inteligencia artificial son capaces de incrementar la velocidad y precisión de los ataques y a la vez burlar los antivirus convencionales, ya que estos están programados para buscar características de código concretas que en el caso de los programas de IA no son necesariamente evidentes.

Un ejemplo es la capacidad del aprendizaje automatizado para esparcir un virus ampliamente sin causar ningún daño y sin levantar sospechas, pero activarlo súbitamente cuando se infecta el equipo o equipos deseados, por ejemplo los ordenadores de una empresa concreta, de un individuo o de una institución pública.

A diferencia del “malware” tradicional, que daña todos los equipos por los que pasa y por tanto es más fácil detectarlo y ponerle freno, un sistema de IA puede avanzar “dormido” hasta llegar a su objetivo, reconocerlo (por ejemplo mediante reconocimiento facial o acústico) y activarse.

¿Cómo atacar a los malware?

“La manera que tenemos de contraatacar es servirnos también de la inteligencia artificial para adelantarnos a los ataques”, explicó Young, quien destacó las potencialidades de esta tecnología para identificar patrones y anomalías de manera rápida y en profundidad entre enormes cantidades de datos.

El equipo que dirige Young, por ejemplo, se sirve de un sistema propio de aprendizaje automatizado que, en lugar de perseguir interacciones previas de código maligno como era habitual, trabaja usando factores de riesgo en el análisis de los alrededor de 8 billones de señales que recibe a diario.

Nota relacionada: “Electrónica en 2020: Del internet de las cosas a la inteligencia de las cosas”

Junto a la inteligencia artificial, los responsables de ciberseguridad de Microsoft vaticinan otras cuatro tendencias que los cibercriminales aprovecharán este año que empieza: los ataques a las cadenas de valor si estas no están coordinadas, a “nubes” públicas, la creciente fragilidad de las contraseñas y la aparición de operaciones estatales.

En el caso de las cadenas de valor, los analistas destacan la importancia de que empresas, clientes y proveedores actúen de forma coordinada para prevenir ataques, puesto que si solo uno de estos actores se protege, los piratas informáticos pueden perjudicarle de igual modo atacando a otros elementos de la cadena.

En cuanto a la nube, se trata básicamente de una cuestión de volumen: con más empresas y particulares migrando a estos servicios, la nube pública se ha convertido en un objetivo de lo más suculento para los hackers.

En el caso de las contraseñas, el debate lleva abierto desde hace tiempo, aunque se ha intensificado durante los últimos años: pese a su prevalencia, son sistemas de seguridad poco eficientes y vulnerables, y los expertos recomiendan avanzar paulatinamente a modelos de autentificación de dos o más factores (que incluyen, por ejemplo, reconocimiento biométrico).

Finalmente, las operaciones de cibercrimen orquestadas desde Gobiernos y entes estatales en todo el mundo son uno de los mayores retos a los que deben hacer frente los responsables de ciberseguridad, ya que implica un cambio sustancial en la fisonomía del enemigo: ya no se trata de cuatro informáticos en un sótano librando una guerra por su cuenta, sino de grandes equipos con apoyo estatal.

Más contenido de esta sección
En las últimas horas, surgieron reportes de explosiones en Irán, Siria e Irak entre la noche de este jueves y ya madrugada del viernes. Se dieron días después del ataque con misiles y drones a Israel.
Estudiantes y docentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) protestan con clases públicas en la calle y abrazos simbólicos a edificios, en repudio al drástico ajuste del gobierno de Javier Milei, que puede provocar el cierre de la institución en dos o tres meses, alertaron sus autoridades el jueves.
El análisis por parte de aficionados, con la posterior supervisión de científicos, de 37000 fotografías tomadas durante 19 años por el telescopio Hubble –de la NASA y la Agencia Espacial Europea (AEE)–, ha permitido catalogar 1031 asteroides pequeños que habían pasado desapercibidos.
La protección de los datos del cerebro humano comenzó a operar esta semana en el estado de Colorado, gracias a una nueva ley, la primera en Estados Unidos, que protege esta valiosa información privada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció este jueves que la propagación de la variante H5N1 del virus de la gripe aviar a especies más allá de las aves, incluidos mamíferos y humanos, es inquietante y hay que vigilar de cerca esta evolución.
La inflación en Argentina “está bajando un poco más rápido de lo previsto inicialmente”, afirmó este jueves la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.