En tres responsabilizan al presidente Mario Abdo Benítez, al ex canciller Luis Castiglioni y al ex embajador ante Brasil Hugo Saguier. En otro, solamente a estos dos últimos, mientras que otro dictamen incluye al ex titular de la ANDE y denunciante de la “traición”, Pedro Ferreira, y otro que apunta al vicepresidente Hugo Velázquez.
Más que un trabajo en equipo, las conclusiones de la CBI reflejan simplemente la posición de cada sector político, afín o adversario del Gobierno. Los oficialistas diluyeron las responsabilidades eludiendo al presidente y al vicepresidente, mientras que los opositores (cartistas, efrainistas y luguistas) apuntaron a la cúpula del Poder Ejecutivo.
Esta diversidad en las conclusiones fue considerada un éxito por el Gobierno que con ello ve cada vez más lejana la posibilidad de un juicio político. “Se diluye el clima destituyente”, afirmó un consejero palaciego.
Lo sintetizó Lilian Samaniego cuando visitó el Palacio de Gobierno. “Ese tema de juicio político yo les aseguro que no existe, no tiene fuerza hoy. Necesitamos pacificar nuestro país, necesitamos acompañar la política de Estado, que represente sacar adelante al Paraguay. Este Gobierno tiene un año y dos meses. Hay que darle tiempo al presidente”, señaló en tono conciliador.
El senador liberal efrainista Víctor Ríos opinó que si en su momento más álgido no se lograron los votos (aquel 31 de julio), ahora lo ve muy difícil. “Definitivamente, yo ya no veo ambiente para impulsar el juicio político al presidente de la República, sinceramente. Pero nuestra postura es muy clara, lo dijimos antes y ratificamos. Intentamos generar el juicio político y realmente no tuvimos acompañamiento. Y ya está, tampoco podemos seguir permanentemente este tema”, expresó como tirando la toalla.
SOBREACTUACIÓN. El escenario político tiene su escaparate y un subsuelo, que es donde se manejan la realidad y la posibilidad real de emprender con éxito las acciones.
En este contexto se podrían mencionar las declaraciones del senador Sergio Godoy. El cartista opinó que el juicio político está latente, que es una carta que puede salir en cualquier momento. “Va a ser como un comodín cuando estás jugando a las cartas, que tenés ahí y se va a usar de darse la situación”. Y luego mostró más su jugada señalando que si el 1 de julio (cuando asume un nuevo presidente del Congreso) “hay un presidente del Senado colorado, Marito se tendría que ir, porque la causal subsiste, la causal no se tocó”.
¿Es una carta que Honor Colorado tiene guardada?
Desde el oficialismo sostienen que es una posición personal de Godoy, ya que está con planes de ser candidato presidencial de Honor Colorado, cargo que disputa, por ahora, con Santiago Peña. El ex ministro de Hacienda, por de pronto, lleva la delantera, según las encuestas ordenadas por Cartes.
Desde Honor Colorado también deslizan que el juicio político ya no es una opción porque el gobierno de Marito se debilitará por su propio peso. Lo de Godoy no es la posición de bancada, aclaró un cercano al ex presidente. “Juega su partido porque quiere ser candidato”, acotó.
Pero hay un análisis de Godoy que el cartismo en pleno comparte. El temor de la derrota colorada en el 2023 si no se logra el repunte económico. “Este Gobierno nos está llevando a la deriva, está traicionando los intereses del país y llevando al partido al precipicio. Imaginate seguir con este Gobierno cuatro años, quién le va a votar al Partido Colorado después si vamos a entregar el país a una gavilla de delincuentes, con pocas excepciones”, manifestó Godoy.
En Honor Colorado analizan los resultados y señalan que desde el 2003 la ANR gana (excepto, el 2008) sin superar el 50% de los votos. Oscila entre el 30 y el 46%, ante el crecimiento sostenido de la oposición. “Con alianza y un buen candidato nos ganan”, señalan con preocupación. De hecho, Marito le ganó a Efraín Alegre por menos del 4%. “Y eso que Efraín es uno de los políticos con más resistencia”, acotó la fuente.
¿Puede ser la razón electoral argumento suficiente para destituir a Marito? Por ahora no, pero el tema forma parte del análisis de este sector colorado.
MÁS ALLÁ DE LOS PARTIDOS. Aunque el Gobierno respira, no baja la guardia totalmente. El titular de Yacyretá volvió a cargar días pasados contra los agoreros. “La estabilidad no se va a perder por la mezquindad de pequeñas élites políticas. La estabilidad no se va a perder por la ambición desmesurada de pequeños grupos que buscan atajos del poder”, denunció Nicanor Duarte Frutos. A quién se refería. Según una fuente colorada, un poco a ese sector extremo del cartismo, pero especialmente al efrainismo.
EL SOSTÉN REAL. Más allá de los votos para un juicio político, que hoy no existen, la estabilidad de un gobierno pasa más que nunca por la solución de los grandes problemas sociales. Los casos de Ecuador y Chile demuestran que ni cuando las élites económicas y políticas apoyan a un presidente, cuando el pueblo sale a las calles, no hay estabilidad posible.
Y cuando explota la sociedad, no hay manera de desactivar la bomba apelando a los partidos, que definitivamente han perdido la conexión con el pueblo. Los indignados se rebelan contra los gobiernos, pero también contra toda la clase política.
Por tanto, si Marito o cualquier Gobierno, pretende estabilidad creyendo que su futuro solo está en manos de los partidos políticos, aparte de la calculadora contando votos en el Congreso, lo más importante que debe hacer es resolver los problemas sociales, reducir la desigualdad y combatir con más fuerza las inequidades de la exasperante corrupción.