Un dibujo que representa a una niña con la firma Alice (4), nombre de la hija más pequeña del tenor Luciano Pavarotti, puede verse a la cabecera del féretro de su padre, entre un ramo de rosas.
La capilla ardiente está instalada desde el jueves en la catedral de Módena, al norte de Italia, donde miles de personas le rinden el último adiós al Gran Tenor. De forma sencilla pero sentida, una multitud ha llegado para rendir homenaje al maestro, cuyo funeral se celebra hoy, a las 15, en esa ciudad, 9 hora de Paraguay.
El alcalde de Módena, Giorgio Pighi, señaló que hasta ayer habrían pasado unas 40.000 personas por la capilla ardiente. El último saludo musical lo darán en la catedral el cantante Andrea Bocceli, la soprano búlgara Raina Kabaiwanska, y el flautista Andrea Griminelli, acompañados de la Coral Rossini, donde el tenor comenzó a cantar.
El lugar donde reposa el féretro está adornado con ramos de flores, rosas y dos ramos especiales colocados a ambos lados del ataúd, junto a un gran cirio. Nicoletta Mantovani, su segunda esposa y madre de Alice, recibió las condolencias no solo de los seguidores del gran músico, sino de las altas personalidades de diversos ámbitos de su país, entre ellos el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano.
Pavarotti ?hizo honor a Italia? y el país ?rinde ahora su homenaje al tenor?, dijo el jefe de Estado, acompañado del alcalde de la ciudad y el presidente de la región Emilia-Romagna, Vasco Errani.
EL SEPELIO
El maestro, fallecido el jueves a los 71 años de edad a consecuencia de cáncer de páncreas, recibirá sepultura en la capilla familiar en el cementerio Montale Rangone, donde reposan sus padres y su hijo Riccardo, que falleció en enero de 2003 tras un parto prematuro.