“La desinformación es un tema masivo, no es un tema que afecta directamente a todos por igual, porque consumimos internet de manera diferente”, indicó el catedrático, quien destacó que la desinformación “no se puede erradicar”.
Mencionó que la desinformación es inevitable, no se puede erradicar y que incluso es más antigua que la información. En tanto que la era digital facilita la distribución masiva de información falsa. Sostuvo que es una regla básica comprender no solamente cómo funciona la desinformación, sino sus efectos negativos.
Mencionó, como una tarea pendiente, que se debe entender el problema como fenómeno sociológico-político mas que simplemente una cuestión de consumo de desinformación.
Sostuvo que la desinformación no es un fenómeno informativo, sino mas bien un fenómeno político y social. Trajo a colación la desinformación sobre varios aspectos de la pandemia del Covid-19 y qué tipo de desinformaciones combatir, la dimensión de las misma y el tipo de público al que se apunta, atendiendo que no hay porcentaje de información científica que pueda convencer a una persona que solo consume un cierto tipo de información.
Comentó que la desinformación transita con más flujo durante procesos electorales, con el fin de beneficiar o perjudicar a un determinado candidato, así también cuando ocurre un suceso nuevo, entre otros hechos. En cuanto a la inteligencia artificial que es también utilizada para crear fake news, sostuvo que si una persona tiene una dieta saludable de información, la desinformación creada a partir de inteligencia artificial no necesariamente le va a llegar. “Es un problema de cuidado. Es un problema de salud informativa, porque si tenés buena salud informativa, las chances de que te lleguen algo falso producido por tejido artificial es menos”, manifestó.
Destacó que “a la gente que navega en el mundo de cosas falsas, le va a llegar información inventada y que parece hoy creíble por la inteligencia artificial”. El experto destacó que la IA es una herramienta que sirve de apoyo en las tareas periodísticas y en las distintas profesiones de acuerdo a las necesidades de cada uno. Asimismo, precisó que la IA “no genera nueva información”, sino que recopila la ya existente, por lo tanto, no puede reemplazar al periodista.