19 ago. 2025

La demografía y la economía

El Paraguay ha duplicado su población en veinticinco años con lo que las proyecciones del censo del 2002 llegan a una población de 6 millones de habitantes..
En este contexto, era previsible que el desarrollo económico afectara el número de hijos de la familia paraguaya. La disminución de la mortalidad lograda por ese desarrollo normalmente sería seguida por un descenso en la natalidad. Pero el estancamiento económico que conoce la producción campesina en particular, desde aquel crecimiento, estimulado por la construcción de Itaipú y el buen desempeño de su agricultura, no ha significado sino una torta más pequeña para más comensales en esa población.
El descenso que se viene observando en las Tasas Globales de Fecundidad, que recogen los hijos que se esperan de una mujer en promedio, de 5,05 en los últimos años setenta, pasando por 4,70 en los últimos ochenta para encontrarse ahora con 2,9, destacan dos momentos de aceleración.
Uno es recogido por un estudio en el quinquenio del último buen desempeño del algodón, prácticamente único cultivo comercial de la familia campesina paraguaya en ese entonces.
Otro corresponde a los años 1998-2004, al que otro estudio basa en razones educativas. En el periodo entre ambos la población paraguaya creció a un acelerado ritmo de 3,2% anual. Este crecimiento nunca fue considerado en el debate sobre los problemas sociales.

La actividad agrícola campesina permitió al Paraguay conocer características de población diferentes a la de otros países de Latinoamérica que creyeron en un crecimiento autocentrado en torno a sus ciudades. Asunción llegó incluso a “expulsar pobreza” hacia el campo, que llegaba a ofrecer empleos temporarios.