Si bien el propósito de su creación es fundamentalmente proveer servicios de investigación y estudios de acuerdo con las necesidades de los miembros del Congreso Nacional, la Biblioteca del Congreso ofrece también servicios a toda la ciudadanía.
Hay libros, como es de esperar en una biblioteca, además de una hemeroteca con periódicos desde el año 1911, materiales registrados en la Dirección Nacional de propiedad intelectual y un importante archivo documental.
Evangelina Cabrera, directora general, explica que el documento más antiguo se trata de la Constitución de 1870, y también se cuenta con las actas que son de 1871, son documentos manuscritos con plumilla y aunque no se cuenta con la colección completa, pues mucho de ello se perdió, se encuentran en proceso de restauración y conservación preventiva. Asimismo, desde la página web, textos escaneados como pdf y también en formato htlm se puede acceder a textos de leyes, se dispone de expedientes legislativos desde 1948, de la época de la Cámara de Representantes.
El edificio
La construcción cuenta con salones de libros y archivos, y una sala de lectura para la ciudadanía, una zona especializada para niños, y un auditorio para actividades culturales, lanzamientos y conferencias.
Lo más relevante es su ubicación, justo delante del río, construida junto a lo que se conoce como el Barranco fundacional de la ciudad. “Históricamente se le conocía como el camino de los dominicos, el que usaban para subir a la iglesia de La Encarnación, es el camino natural que conducía a esta iglesia que se incendió, y en el lugar se construyó más arriba un estadio de básquet”.
Para la directora de la biblioteca, uno de los más importantes servicios es el del área infantil, de fomento de la lectura para los niños; en este desarrollan diversos programas, uno de ellos dirigido a chicos en situación de vulnerabilidad y otro para escuelas remotas, el que prestan cuando acompañan la comisión de desarrollo social de la Cámara de Senadores, llevando libros y actividades como cuentacuentos, show de títeres, concurso de lectura. También reciben visitas pedagógicas de grupos escolares donde ofrecen talleres literarios, proyección de películas nacionales, charlas sobre la Constitución Nacional, a medida de lo que necesiten los grupos. El objetivo es que los niños se acerquen sin miedo a los libros. Todas son gratuitas.
La Biblioteca cuenta además con un club de lectura fácil para personas con dificultades de lectura en el que se usan clásicos adaptados a una terminología de fácil entendimiento.
“El eje central de esta actividad son los valores positivos, el respeto, la tolerancia que todos valoremos por igual, y nos basamos en libros nacionales para poder difundir la industria editorial nacional”, apunta la directora.
“Este es un espacio para el ciudadano, es un servicio del Congreso con los recursos del Congreso, a disposición de los usuarios”, resalta Evangelina Cabrera; y señala que para ello intentan que sea cómodo, confortable, bien iluminado, con una buena climatización, propicio para el estudio y la investigación.
La sala de lectura de la Biblioteca del Congreso dispone de 89 puestos y 30 en el área infantil; a diario los principales usuarios son estudiantes universitarios, quienes acuden a consultar alguno de los 30 mil ejemplares que tiene la biblioteca, cuyo énfasis es en Ciencias Sociales e Historia.
“Las puertas están abiertas, lo importante es que se lea. La lectura es un medio para vivir mejor, es un medio para conocerse a sí mismo, a su historia y al mundo, es una forma de viajar sin usar un medio de transporte”, finaliza.
Brigitte Colmán
Periodista