03 sept. 2025

La aventura de vigilar el bosque: Rosa, la primera mujer jefa de guardaparques

Tacos, no; zapatones, sí. Rosa Benítez es la primera mujer jefa de guardaparques del Parque Nacional Ybycuí. Relata que desde su infancia siente una gran fascinación por la naturaleza que influyó mucho para que estudie Ciencias Ambientales.

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Me llamo Rosa Amalia Benítez Espínola y tengo 38 años, soy oriunda de la ciudad de Ybycuí y actualmente vivo en la Compañía Minas Cué, en el Departamento de Paraguarí.

Terminé la carrera de Licenciatura en Ciencias Ambientales en la UTCD de Paraguarí y los cinco años de estudiar esta carrera fueron complicados porque no tenía una universidad cerca para estudiar y tenía que viajar y caminar 15 kilómetros desde mi casa en Minas Cué hasta el cruce Mbuyapey, para tomar el colectivo que me llevaba hasta la ciudad de Paraguarí, lo mismo ocurría de venida porque tenía que bajarme en el cruce y caminar otra vez.

Desde niña, todas las mañanas veía el cerro del parque desde mi casa y yo pensaba que siempre era de mi familia el bosque grande, quizás no entendía muy bien que era un área protegida en ese momento. Veía mucha gente visitar el parque y eso me daba mucha curiosidad.

Mi sueño siempre fue ser guardaparque y por eso estudié la carrera ambiental, pero no se me daba la oportunidad. Todo lo que tenga que ver con el medio ambiente me gustó siempre desde pequeña, quizás el primer amor a eso me lo dio mi mamá, que me decía que las plantas son importantes, que el bosque también lo es, que los animales tienen sus hijos y que no hay que matarlos porque que son como nosotros también.

Yo empecé con los voluntariados ambientales siendo una joven con mucho ánimo y entraba en todas las organizaciones. Estaba con el Cuerpo de Paz que es una organización que trabaja mucho en tema de educación ambiental y me interesaba mucho y por eso no podía dejar de participar en ningún curso que se me ofrecía.

Cuando se nos propuso venir a hacer el voluntariado en el Parque Nacional de Ybycuí por diez años me puse muy feliz porque pensé en la posibilidad de que yo algún día iba a ser funcionaria, pero no se daba la oportunidad, por eso tuve que trabajar en otra cosa y trabajé seis años en una financiera. En el 2017 se llamó a concurso para 40 nuevos guardaparques y ahí dije que esa era mi oportunidad y que no la iba a dejar pasar.

Actualmente, soy jefa de Área del Parque Nacional Ybycuí desde el 2018 y soy la primera jefa mujer del parque. Fue muy difícil llegar a donde estoy porque pocas oportunidades se nos da en la función pública como mujer, por eso tengo el compromiso de no fallar, de no defraudar, porque si llego a errar o fallar, estaré sacando la oportunidad a muchas mujeres que también van a ser jefas de áreas. La mano de una mujer en la función pública es solidaridad, honestidad y por sobre todo, hacer bien las cosas.

Uno de mis grandes logros es haber ganado mi espacio como mujer dentro de un territorio de los hombres, haber ganado la confianza de ellos y también el respeto. Me gusta mi trabajo, tengo un enorme compromiso de cuidar algo tan hermoso como la creación de Dios o del universo que va a ser para las futuras generaciones.

Esta es una hermosa profesión, cuidar de la naturaleza. Necesitamos más apasionados porque es muy confortable caminar horas por el bosque ponerse un zapatón, antes que un taco alto. Insto a las mujeres a que se animen, porque en el trabajo de guardaparques de todas las áreas protegidas tienen que estar el 70% en manos de mujeres.

Una anécdota es lo que me pasó con mi jefe cuando yo empecé en el 2017, tres años estuve como guardaparque y mi jefe no quería porque decía que ese trabajo no era para mujeres y yo quería demostrarle que sí podía, ellos tenían miedo de que las mujeres entren en el bosque porque decían que es muy peligroso y fue una lucha más o menos de dos años para que él pueda entender que yo podía también como mujer hacer la patrulla.

Desafíos. Cuando empecé con este trabajo yo tenía que saber bien los límites del parque más o menos cuando me acomodé en los primeros dos meses, después ya tuve que adentrarme en todo el parque con este equipo que tengo para que yo pueda conocer todo el área. Entonces yo tengo suficiente noción y conocimiento de mi área. Eso me facilita muchísimo el trabajo.

Realizamos patrullas, trabajamos en educación ambiental, estamos con la gente dando información de nuestra área porque el Parque Nacional, aparte de ser un área protegida, tiene un área turística. Tenemos un área que fue la primera fundición de hierro histórico cultural y tenemos los senderos y recibimos gran cantidad de alumnos para que ellos puedan entender que es un área protegida.

Trabajamos mucho en la comunidad también, tenemos grupos de jóvenes, de niños, para que ellos puedan conocer y valorar nuestra área protegida. Aparte de la administración que llevo, me encuentro coordinando con todos los sectores, prácticamente eso es mi trabajo.

Proyectos. Mi proyecto a futuro y mi más gran sueño es que este parque se consolide plenamente, así como un área protegida y se fortalezca. Cuando me refiero a esto, es que en el Parque Nacional de Ybycuí tenemos problemas de tenencia de tierra dentro de esta área protegida. El Estado paraguayo debe comprar las tierras que están en manos de terceros dentro del parque, que si va a haber expropiación que lo haga, para que nosotros podamos tener el control total del parque, porque si no lo tenemos, si tenemos todavía viviendo gente dentro del parque, esto compromete muchísimo el futuro, mientras que eso no se dé, siempre vamos a tener amenaza.

Otro sueño que tengo es seguir trabajando con los niños y con los jóvenes, pero más con los niños porque ellos son los actores principales para que se pueda llevar más rápido la educación ambiental en sus casas. También se requiere mejorar en todos los sentidos el Parque Nacional de Ybycuí, en especial la infraestructura de la zona histórica. Otro deseo es que el Estado paraguayo le contrate a más guardaparques nacionales para preservar nuestros patrimonios de fauna y flora.

Hay que preservar nuestra más grande riqueza que son las tierras, el Estado paraguayo debe encargarse también de proteger esas áreas protegidas que aún no están fortalecidas y que tenemos que darle más importancia. Tenemos muchos lugares todavía muy lindos que son del Estado y que están muy abandonados.

Hay que preservar nuestra más grande riqueza que son las tierras. El Estado debe encargarse también de proteger esas áreas protegidas que aún no están fortalecidas.

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