Siempre se ha dicho que el Paraguay tiene una población principalmente joven, pero como nunca antes se ha detectado que entre 2010 y 2014 el 29% de los habitantes del país tenían entre 15 y 29 años.
Esta situación ha sido considerada una potencialidad productiva extraordinaria, conocida como “bono demográfico”, que en el futuro irá descendiendo y ya no volverá a crecer, según un informe especial del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).
La mayoría de las recomendaciones internacionales insistían y siguen insistiendo en la necesidad de aprovechar esta gran oportunidad ante la historia, brindando todas las posibilidades a los jóvenes para que desarrollen sus potencialidades, de manera a consolidar un capital humano que puedan sostener y hacer crecer el país cuando sean adultos.
Lamentablemente, estas recomendaciones no han sido oídas por los gobernantes ni por los principales referentes de la clase política, social y empresarial que pueden tener incidencia en producir los cambios.
La propia organización Unfpa había presentado en julio último los resultados de un informe conocido como Paraguay Joven, con datos estadísticos que revelan la situación de olvido y marginación social en que continúa siendo mantenida gran parte de la población joven del país, con grandes déficits en educación, salud, empleo y principalmente con falta de oportunidades por sobrevivir en situación de pobreza.
Los datos sostienen que un 34,2% de la niñez y 24,5% de la adolescencia viven en situación de pobreza.
Un millón de adolescentes y jóvenes se encuentran fuera del sistema educativo: el 55,6% de adolescentes y jóvenes, de entre 15 y 19 años, no asisten a un establecimiento de enseñanza. Solo el 20% de adolescentes y jóvenes pueden dedicarse exclusivamente a estudiar.
El 15,5 de adolescentes y jóvenes no estudian ni trabajan. De este grupo, 74,1% son mujeres. Un 16,3% del total de la niñez (5 a 13 años) trabaja. Para las mujeres la rama predominante es el trabajo doméstico: 40,7%.
Son altas las tasas de desempleo y subocupación que caracterizan a la juventud. Más de la mitad de la población desocupada del país son jóvenes. Más de 3 de cada 4 jóvenes en Paraguay están en el campo laboral sin gozar de los beneficios que proporciona un trabajo formal, como seguridad social y aportes jubilatorios.
Esta es la cruda realidad que nos indica en qué medida, por desidia y desinterés de quienes gobiernan, el Paraguay está perdiendo una gran oportunidad ante la historia.
Afortunadamente, también son los jóvenes quienes más empujan los cambios con sus movilizaciones, como las actuales luchas de los estudiantes secundarios y universitarios por una mejor educación. Por ello, es necesario comprometerse con ellos en este Día de la Juventud.