Los jóvenes reclaman la inclusión de estos materiales desde el 2016.
Semanas atrás realizaron una serie de movilizaciones y sentatas en instituciones educativas de la capital, Central y en el interior.
Uno de los motivos para contar con estos artículos es dejar de ser “copiadores compulsivos” y así invertir más tiempo en el proceso de aprendizaje.
Ya consiguieron más de mil firmas con la iniciativa, expresó Mercedes Montiel, vocera de la organización en Paraguarí.
“Siempre se fundamentan en que trabajan por el estudiantado, pero cuando hablamos de la inclusión de los libros de textos dentro del PGN, nos dicen que no se puede realizar y que no serán populistas con nuestro tema”, declaró la joven.
Reclamos. De momento, descartan tomar alguna medida de protesta concentrada en la capital o marchas en distintas zonas del territorio. Son alumnos y alumnas de más de 100 instituciones educativas.
El principal alegato desde la cartera educativa es que no cuentan con presupuesto suficiente para cumplir con cinco libros anuales para todos los secundarios desde el curso lectivo que viene.
Sí prometieron la entrega y distribución de un par de libros de texto para el 2023.
Los materiales serán de lengua castellana y de matemáticas, materias priorizadas luego del cierre de establecimientos escolares por la pandemia del Covid-19.
Consultado sobre la inversión que requieren estos textos, el director de Bienestar Estudiantil, Hugo Tintel, explicó que el presupuesto se hace de acuerdo con la circunstancia del momento por lo que no tienen un número exacto.
A cambio, ofrecieron estandarizar los kits escolares en la Media y dar vouchers (tipo vales) a los estudiantes de carreras técnicas, para que adquieran los materiales que no encontrarán en los kits.
Por cada alumno, las familias recibirán entre USD 8 a USD 10, que implican de 55.200 a G. 69.000 al cambio actual. La variación se aplicará de acuerdo con el cambio de la moneda del momento.