15 ene. 2025

Juez Otazú se opone a suspender el caso por supuesta coima

27705110

Humberto Otazú, juez.

El juez de Delitos Económicos, Humberto Otazú, se opuso a la suspensión a prueba del proceso para el abogado Edison Sánchez, imputado junto a los ex fiscales Hugo Volpe y Armando Cantero, quienes habrían recibido una supuesta coima de Sergio de Arruda Quintiliano Neto, alias Minotauro. Con la decisión del magistrado, el caso va a Fiscalía General para que en un plazo de 10 días se presente acusación o, en su caso, se ratifiquen en el pedido del fiscal Diego Arzamendia.

En el caso, la imputación es por supuesto soborno agravado, donde el Ministerio Público pidió aplicar la suspensión condicional del procedimiento para Edison Francisco Sánchez, el abogado que terció en el hecho, según el fiscal.

El abogado Carlos Eduardo Páez Preda, defensor de Sánchez, reconoció los hechos y ofreció la reparación del daño con una donación de 15 millones para un establecimiento de salud primaria para personas de escasos recursos.

El jueza analizó la propuesta de las partes. Considera que “no se reúnen los presupuestos para la aplicación de la suspensión condicional del procedimiento, atento a que el soborno es un delito contra el ejercicio de las funciones públicas, por lo que se hace necesario un control vertical por parte del superior jerárquico”, alega.

De esta manera, el juez le imprimió el trámite de oposición, de modo a que la petición sea confirmada por el titular del Ministerio Público.

En la causa, además, investigan al ex fiscal Hugo Volpe, quien habría recibido una lapicera valuada en un poco más de 6 millones de guaraníes, porque archivó la causa de Minotauro.

Supuestamente, Cantero habría dado el contacto de Volpe al abogado Edison Sánchez para que se comunicaran y hacer la petición a su colega.

Más contenido de esta sección
La jueza le dio trámite de oposición en el 2020, y la Fiscalía Adjunta contestó en el 2024, cuando pidió la prescripción de la causa. Concejales de Villeta habían denunciado por lesión de confianza.
Aparte de los golpes, una nueva técnica implementada es que los propios agentes penitenciarios estarían amenazando de tildarlos que son del Clan Rotela para que les lleven a máxima seguridad.