El presidente del Centro de Jubilados y Pensionados Bancarios, Abel Florentín, manifestó en Radio Monumental AM que la financiera Karakú tenía un capital de 4.000 millones de guaraníes y ofrecía la cancelación de los créditos de los afectados que tenían un préstamo con una tasa elevada.
A cambio les otorgaba un nuevo crédito con una tasa inferior. Sin embargo, la empresa resulta que no es una financiera y no está operando donde dice hacerlo. “Y esta supuesta financiera movió 16.000 millones de guaraníes en un lapso de ocho meses”, agregó.
Para Florentín, “no pudo haber sido voluntad de una persona”. “Existe un grupo de personas que están detrás de esto”, señaló. En ese sentido, sostuvo que todas las operaciones no pudieron hacerse sin que las autoridades no sepan.
Creen que el presidente en ejercicio, José Caballero, es responsable por omisión o por acción misma.
Además lo acusó de perseguir a los funcionarios que denunciaron las irregularidades. Afirmó que los jubilados lo están pasando mal nuevamente.