“La Municipalidad no hace nada, desde el año 2001 que este mirador está en los planes de mejoramiento, pero nadie interviene, ¿y ahora quieren que nos vayamos?”, cuestionó indignada la vocera de los vecinos, Marta Rodas.
En contacto con Última Hora, la pobladora contó que uno de los vecinos ya sufrió un accidente cerebrovascular, debido a la preocupación ocasionada por los planes de trasladar a las familias a supuestos departamentos en alquiler. “El señor tuvo que internarse en el Hospital de Barrio Obrero y ahora necesita con urgencia de una terapia”, dijo Rodas.
La Municipalidad contaba con un fondo proveniente de los bonos, específicamente el G7 (que ascendía a los G. 6.000 millones), para realizar las reparaciones del lugar. Los vecinos exigen saber qué pasó con el dinero.
“Vivimos aquí desde hace más de 70 años, no pueden echarles de la nada”, objetó Sergio Arrúa, poblador también indignado por el anuncio realizado la semana pasada por la Comuna. “La comisión vecinal pidió que se reparara las plazas, por ejemplo, pero lo único que se pusieron fueron unos vallados. ¿Dónde están los 6.000 millones?”, reclamó.
La mayoría de los vecinos insisten en que el lugar de esparcimiento que comparten no cuenta con ningún tipo de apoyo por parte de las autoridades. Son tales las necesidades de reacondicionar el lugar que se ven obligados a organizar polladas y hamburgueseadas para cubrir trabajos superficiales de lecherada y cobertura y fortalecimiento de los cimientos.
“No existe derrumbe. ¿Vieron alguna vez que hubiera un problema de derrumbe alrededor de estas casas?”, dijo a su vez Avelino Estigarribia (86), uno de los pobladores más antiguos del barrio y además testigo de un supuesto censo que habría sido elaborado a comienzos de este mes por funcionarios de la Comuna. “Fue de mañana, aprovecharon que nadie estaba y dijeron que estaban haciendo un censo nacional, pero es mentira”, reclamó. “Al menos digan la verdad”.
En total, según el jefe de Gabinete de la Municipalidad, Nelson Mora, existen 22 familias que podrían correr riesgo ante un posible derrumbe. No obstante, los vecinos afirman que solo 4 familias apeligran por tal situación, debido a las cercanías de sus viviendas con el peñasco.