Hacia las 12.00 hora local (16.00 GMT), las acciones de HPE subían con fuerza casi un 10 % en la Bolsa de Nueva York (NYSE), mientras que los títulos de CSC se disparaban a la misma hora más de un 34 % en ese mismo mercado.
“Esta operación aportará gran valor a las dos compañías (...) con una nueva empresa líder en el sector y eso es importante porque creo que es la parte de nuestro negocio que se va a consolidar”, dijo al canal CNBC la consejera delegada de HPE, Meg Whitman, sobre la fusión.
Hewlett Packard Enterprise es una las dos divisiones con las que el grupo Hewlett Packard inició a finales de 2015 una nueva etapa y la escisión-fusión anunciada hoy creará un gigante informático con unos ingresos superiores a los 26.000 millones de dólares.
Whitman, que se sentará en el consejo de administración de la nueva compañía, aseguró a CNBC que espera que la fusión del negocio de servicios a empresas con CSC se complete en el primer trimestre del próximo año y que sea un acuerdo “libre de impuestos”.
Los accionistas de HPE tendrán una participación accionarial del 50 % en la nueva compañía, un dividendo en efectivo de 1.500 millones y la aceptación de deuda y otros pasivos por valor de 2.500 millones, según los términos financieros de la operación.
La firma combinada, que estará presidida por el actual consejero delegado de CSC, Mike Lawrie, ofrecerá unas sinergias de costos durante el primer año de 1.000 millones de dólares, que se elevarán posteriormente a 1.500 millones.
El anuncio coincidió con la presentación de los resultados del segundo trimestre de su año fiscal 2016, cuando los beneficios de HPE subieron un 5 %, hasta 320 millones de dólares, y su facturación aumentó un 1,2 %, hasta 12.711 millones de dólares.
“Se trata de los mejores resultados trimestrales que hemos obtenido desde que empecé a trabajar en la empresa (hace cinco años) y realmente estamos muy orgullosos del giro que hemos dado”, destacó Whitman al mismo canal.
