Se trata de Howard Kirby, quien compró un sofá por USD 35 de una tienda de segunda mano y, para sorpresa del hombre, dentro de una de las almohadas del mueble había una caja con más de USD 43.000 en efectivo.
Kirby descubrió el dinero tras pedir a su hija que revisara los almohadones, pues no lograba sentirse cómodo cuando se sentaba en el sofá.
Según una publicación de Todo Noticias, tras el hallazgo, Kirby fue a buscar a la antigua dueña para devolverle el dinero, a pesar de que un abogado le había asegurado que no tenía la obligación legal de hacerlo.
El hombre volvió a la tienda de artículos usados y junto al encargado, Rick Merling, llamaron por teléfono a la antigua propietaria, garantizándole que tenían algo “que iba a querer”.
La mujer, que había recibido el sofá como herencia de su abuelo, jamás imaginó que dentro de ella se escondían miles de dólares. “Pienso que esperaba que fueran fotos antiguas. Nunca hubiera soñado que era dinero”, dijo el encargado de la tienda.
Si bien Kirby decidió conservar el sofá, devolvió a la mujer hasta el último centavo de la suma que encontró adentro.
“Jesús se lo hubiera regresado al legítimo dueño”, dijo convencido.