Según los testimonios emitidos desde la OTEP, los docentes que se presentaron a la evaluación para el Banco de Datos de Educadores Elegibles (BDEE) fueron sometidos a condiciones que califican como “inhumanas e injustas”. Afirmaron que no se les permitió usar lápiz ni papel, beber agua durante la prueba ni levantarse para ir al baño, incluso en el caso de una docente embarazada.
También denunciaron que al reclamar un trato más digno, algunos examinadores marcaron sus hojas con el número de cédula y procedieron a anular sus evaluaciones. “Nos presionaban para terminar rápido sin respetar el horario establecido”, expresaron los afectados.
Los denunciantes califican el hecho como un caso de maltrato psicológico y vulneración de derechos, señalando al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y a las autoridades educativas responsables. Indicaron además que el mismo tipo de procedimiento se habría repetido en el Departamento de Amambay.
Los docentes exigen al Ministerio una investigación y un trato digno para todos los participantes del proceso de evaluación.
Bajo rendimiento
En Concepción, solo el 11% de los docentes examinados pasaron el examen. El nivel más bajo de rendimiento se observó en los aspirantes a los dos primeros cursos de la educación primaria. De 913 participantes, solo el 3,1% aprobaron el examen escrito.
El ministro de Educación y Ciencias, Luis Ramírez, había destacado que precisamente con estas evaluaciones se está buscando que solo los mejores ingresen a la base de datos de elegibles.
Ante estos resultados que se vienen dando desde el año pasado, el MEC se enfoca ahora en las falencias detectadas en los institutos de formación docente, tanto públicos como privados, para que la excelencia prime.