04 dic. 2024

Gonzalo Morales: El pequeño genio literario

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Foto: Renato Delgado.

“Un niño que lee será un adulto que piensa” es una frase célebre que destaca el valor transformador de la lectura en el desarrollo del pensamiento crítico y la comprensión del mundo. Sin embargo, hoy en día, cada vez más niños y adolescentes enfrentan dificultades para comprender lo que leen, aunque conocen la mecánica de la lectura y pueden realizar la lectura oral, les cuesta entender el contenido de lo que están leyendo.

Afortunadamente, existen excepciones como Gonzalo Morales, un pequeño de 10 años, que cursa el quinto grado y que ya ha escrito dos libros, además de haber colaborado en la creación de otros dos cuentos para antologías. Gonzalo es un ejemplo inspirador de cómo la lectura y la escritura pueden fomentar la creatividad y la comprensión de la lectura.

Amor por la lectura

El niño menciona que su amor por la lectura “lo lleva en la sangre”, ya que su mamá también es una apasionada de los libros. “Ella siempre me cuenta que cuando era chica le gustaba leer cualquier cosa, desde recetas de cocina hasta cualquier libro que hubiera en su casa. Por eso, digo que heredé de ella”, comparte el niño genio.

Gonzalo relató a Última Hora que desde muy pequeño le encantaba escuchar a sus padres leerle un cuento antes de dormir, tanto que no podía conciliar el sueño si no le contaba uno.

“Yo era de esos niños que hacían berrinches en el supermercado, pero no por juguetes, sino por libros. Y creo que eso fue lo que me dio la pasión para leer y escribir”, confesó.

Su apasionado mundo continuó cuando se mudó de escuela durante la pandemia. El niño es alumno de la escuela República Dominicana que lleva adelante, desde hace nueve años, un ejemplar proyecto de lectura silenciosa denominado “Aprendo y me divierto leyendo”. “Fue un proyecto que me fascinó y creo que fue una de las cosas que me inspiró a escribir libros. El proyecto en sí consiste en que después de la formación, nosotros vayamos a resumir un libro, o sea, vayamos a leer un libro durante 10 o 15 minutos y luego lo resumamos en nuestro cuaderno”, explicó.

Entre ficción, acción y fantasía

El primer libro de Gonzalo, Alexis y las siete ruinas ancestrales, lo escribió a los nueve años. En esta historia, el pequeño autor relata la odisea de Alexis, un niño que debe enfrentar una serie de desafíos y preguntas de su profesora mientras trata de responder al llamado urgente de su padre. “Escribir la historia de Alexis me tomó tres meses”, menciona Gonzalo con orgullo.

Al principio, Gonzalo no tenía intención de publicar. Su idea era escribir a escondidas, guiada únicamente por su pasión y creatividad. Un día le pidió a su mamá un cuaderno y un lápiz para poder expresar su imaginación, sin saber que esto lo convertiría en uno de los escritores más jóvenes de Paraguay. “La verdad que no tenía la intención de publicar, pero cuando les mostré mi libro a mis padres, ellos vieron potencial en él y dijeron que había que publicarlo ya. Mis padres apoyaron mi emprendimiento”, cuenta Gonzalo.

El segundo libro del niño, también de ficción, combina acción con “un poquitín de fantasía y misterio”. En Naomi la detective cuenta la historia de una detective aburrida de los casos rutinarios que fue encargada de ayudar a un niño a encontrar a su hermano gemelo desaparecido. Estos dos ejemplares no solo reflejan la gran imaginación de Gonzalo y su amor por la lectura, sino que también son motivo de orgullo para sus compañeros de clase. Él aprovecha para incentivar a sus compañeros a leer y escribir, a pesar de que a muchos no les agrada.

La escuela de Gonzalo fue una de las beneficiadas del proyecto Formando Lectores, impulsado por ueno Bank y el Diario Última Hora. Este proyecto busca fomentar el hábito de la lectura entre los estudiantes, brindando materiales educativos en instituciones con recursos limitados. El niño expresó su gratitud y entusiasmo por la donación, explicando que en ocasiones no cuentan con material de lectura en su escuela. “Esta donación es algo fantástico y creo que te impulsa muchísimo a la lectura comprensiva. Muchísimas gracias por la donación. Ahora sí van a leer mis compañeros”, comentó entre risas, demostrando su entusiasmo y agradecimiento hacia ambas entidades.

Yo era de esos niños que hacían berrinches en el supermercado, pero no por juguetes sino por libros. Y creo que eso fue lo que me dio la pasión para leer y escribir.

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