16 dic. 2025

Gobierno marcó gran rivalidad con la juventud, su piedra en el zapato

La movilización de la Gen Z derivó en una polarización entre el oficialismo y la población joven. Referentes dicen que hay persecución simbólica. La enemistad se da en puertas de las elecciones.

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Reclamo. Jóvenes se manifestaron tras las detenciones irregulares de la Policía.

DANIEL DUARTE

El versus más significativo que tuvo el Gobierno desde el inicio de su gestión fue con la juventud, y este hecho se evidenció en la última movilización, encabezada por jóvenes que hicieron la convocatoria bajo el nombre de Generación Z, como parte de una corriente internacional que comenzó en Nepal.

De hecho, esto fue lo que alegó el Gobierno para justificar la brutal represión, y admitió el temor de que se replique el fenómeno, como en otros países, y termine en un estallido social.

Desde ese momento, el Gobierno marcó una rivalidad con la población joven, no respondió a los reclamos ni buscó negociar, sino que se ubicó en una vereda contraria. La primera medida fue la represión extrema de los agentes el día de la movilización y las detenciones irregulares.

Posteriormente, el comandante de la Policía, Carlos Benítez, advirtió que la dotación de uniformados será mayor en una próxima manifestación. También el ministro del Interior, Enrique Riera, cuando expuso sobre la situación en el Senado, presentó a los participantes como responsables de hechos vandálicos. Se sumaron los legisladores de Honor Colorado y hasta la ministra de la Juventud, Salma Agüero, que desacreditó los reclamos de los jóvenes.

Pero lo más concluyente de esta lista fue una declaración del Senado que se expidió como institución en apoyo a la Policía Nacional por su actuación en la movilización, con lo que el oficialismo terminó confirmando la barrera política al reclamo joven. “El mensaje es decirle a la Policía que vuelva a salir a garrotear a los jóvenes”, reclamó el senador liberal Líder Amarilla.

Para el estudiante Fabrizio Peralta, Riera intentó deslegitimar la movilización. “Vivimos en un Estado que trabaja a su máxima capacidad para quebrar toda instancia de diálogo diplomático y cuando esta no está, también busca quitarnos la última herramienta de disputa que nos queda, que es hacer presencia en las calles para que nuestras voces sean escuchadas”, expresó.

Calificó de soberbia la actitud del ministro por intentar adjudicarse la potestad de decidir quiénes tienen o no derecho a manifestarse. “Al Gobierno no le interesa la democracia ni el disenso y esto solo afianza nuestra urgencia y compromiso como juventudes y toda la ciudadanía que busque apoyar la causa de reclamar aquello que es de por sí nuestro, el derecho a un gobierno transparente”, apuntó.

Contra los defensores. La postura del Gobierno no solo fue contra el reclamo joven sino que, como se vio en la presentación de Riera, también contra personas defensoras de derechos humanos, a quienes presentó como instigadoras, y hasta mostró sus caras durante la sesión del Senado.

La abogada y defensora de Derechos Humanos Diana Vargas, una de las expuestas por Riera, indicó que esta operación es una muestra de su estilo autoritario, y de su “desviación del control democrático, que en lugar de rendir cuentas por el uso abusivo de la fuerza policial y las irregularidades en la represión de la manifestación de jóvenes, eligió atacar personalmente a defensores de derechos humanos, intentando desacreditar su labor y sembrar sospechas sobre sus motivaciones”.

Vargas recordó los antecedentes de la gestión de Riera en las diferentes etapas de su carrera. “Esa estrategia de gobiernos que buscan intimidar y deslegitimar a quienes ejercen la crítica, se inscribe en una trayectoria coherente con sus antecedentes: El ‘Edicto Riera’, que limitaba libertades en Asunción; la censura educativa y el discurso contra la perspectiva de género, sumado a su gran logro como legislador: La ley Riera-Zavala que criminaliza la lucha por la tierra, desconociendo el origen malhabido y el conflicto por la tierra en Paraguay”, apuntó.

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Buscan quitarnos la última herramienta de disputa que nos queda: La presencia en las calles. Fabrizio Peralta, joven estudiante.

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La intervención de Riera no fue una defensa institucional, sino un acto político de persecución simbólica. Diana Vargas, abogada.

ACCIONES DEL GOBIERNO CONTRA LOS JÓVENES

Declaración del Senado. El Senado emitió una declaración en apoyo a la Policía por su actuación en la represión de manifestantes.

Ministra de la Juventud. Salma Agüero desacreditó el reclamo de los jóvenes.

Exposición de Riera. El ministro del Interior, Enrique Riera, calificó de vándalos a los manifestantes.

Amenaza de comandante. El comandante de la Policía, Carlos Benítez, advirtió que la dotación de agentes será mayor en la próxima movilización.

Represión y detenciones irregulares. La Policía fue denunciada por la excesiva represión contra los manifestantes de la Generación Z el pasado 28 de setiembre. Salieron 3.000 agentes contra 300 manifestantes. Hubo detenciones arbitrarias.

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