Las obras fueron localizadas tras una importante actividad de investigación de los agentes de la Protección del Patrimonio de los Carabineros y habían sido puestas a la venta por algunos corredores de arte a colecciones privadas estadounidenses.
Las obras fueron interceptadas a marchantes de arte que no tenían las autorizaciones necesarias para su venta y muchas de ellas eran piezas resultantes de excavaciones clandestinas o de robos en áreas arqueológicas.
De hecho, explicaron, estas piezas nunca deberían haber salido del territorio nacional, como lo exige la legislación desde 1909 sobre el patrimonio artístico italiano.
“Estos 60 bienes representan el saqueo de sitios arqueológicos italianos provocado por traficantes sin escrúpulos con el fin de obtener un beneficio ilícito. Durante demasiado tiempo han permanecido en museos, casas particulares y galerías extranjeras sin ningún derecho de propiedad. Para desenmascarar a estos delincuentes se han necesitado años de trabajo de investigación diligente y difícil”, explicaron los carabineros en una nota.
El ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, afirmó que “la recuperación de estos hallazgos por parte de los carabineros es un gran éxito”. EFE