Jueves 21/Julio/2007
Quito, Ecuador (AP)
La historia, que ha desencadenado una polémica con ribetes éticos y jurídicos, comenzó en noviembre de 1992 cuando Petita Peñaherrera acudió en labor de parto a una clínica de la localidad de El Triunfo, a unos 60 kilómetros al sureste de Guayaquil, donde fue atendida por los médicos y esposos Roberto Romo e Isabel García.
Tras el alumbramiento, Peñaherrera y su esposo Augusto Freire, recibieron una niña a la que llamaron Andrea.
La historia cambió hace cuatro meses, cuando la familia Freire-Peñaherrera se encontraba en un restaurante y hallaron en el mismo sitio a la doctora García junto a una menor llamada Marielisa Romo, que era una réplica exacta de la hija de los Freire.
De inmediato nacieron suspicacias e investigaciones, incluso a nivel judicial, que han puesto a Marielisa en el extraño predicamento de conocer, 15 años después, a sus padres biológicos, compartir con ellos de lunes a viernes, y pasar con sus padres adoptivos los fines de semana, por disposición del Juez Jessy Monroy.
Los Freire acusaron judicialmente a los Romo de plagiar a la niña, pero los últimos reaccionaron aduciendo que la recogieron porque la madre, cuando se enteró que tuvo gemelas, solo quiso conservar a una de las dos menores con ella.
En la fase preliminar del juicio, peritos de la policía se encuentran realizando pruebas biológicas y genéticas a los padres y la menor.
En entrevista telefónica con AP, Augusto Freire, dijo que ''nunca nos enteramos de la existencia de esa niña y después ver en el restaurante a una niña igualita a la mía, casi me desmayo, nos quedamos impactados’’.
''Fue un momento muy especial y dramático, alegría y llanto, risas y lágrimas cuando nos conoció a nosotros la niña, nos reconoció como padres, pero esa gente (los Romo) que saben que cometieron un delito, le lavaron el cerebro a mi hija y le manipularon en nuestra contra, es doloroso, pero ellos la única arma que tienen es la niña y la están utilizando’’, señaló.
Añadió que ''algún día espero vivir con mis dos hijas, Dios hace volver el corazón de los hijos a los padres y cualquier rato, mañana, la próxima semana, después de un año, de 10 años, de 20 años, Dios hará volver a los hijos con los padres. No me importa el tiempo y Dios es el dueño del tiempo y la eternidad’’.
La AP buscó una declaración de los Romo, pero en su casa respondió una mujer que dijo que ''los doctores están en la calle felices paseando con sus hijos’’ y declinó dar cualquier información adicional.
En una declaración judicial, citada por el diario El Universo, Marielisa señaló que ''los Freire (padres biológicos) me han mentido, ellos me prometieron no hacer ningún juicio, y ahora lo están haciendo. No quiero vivir con ellos’’.
Acerca de los padres adoptivos, dijo que ''ellos me han dado una buena educación, me han respetado y me han ayudado’’ al tiempo de pedir a sus verdaderos padres ''si tanto me quieren, que hagan un desistimiento y que me digan que no van a hacer nada contra los doctores’’.
García comentó que la madre biológica ''debería dar las gracias a Dios que se ha formado y desarrollado en buenas manos ... pues ella la abandonó cuando supo de una segunda niña en el parto’’.