La mascota del Mundial de fútbol de Brasil 2014 ha sido bautizada con el nombre de Fuleco, anunció ayer la FIFA en su sitio internet.
Más de 1,7 millones de personas votaron por bautizar Fuleco, una apelación nacida de la combinación de “fútbol” y “ecología”, al tatú-bola, una especie de armadillo 100% brasileño, que se convierte en bola para protegerse y está en peligro de extinción, que fue elegido como mascota y que no tenía nombre. “La campaña de votación pública, que ha durado tres meses, resultó todo un éxito, los brasileños votaron en masa. Más del 48% votó por Fuleco, con lo que resultó el vencedor indiscutible por delante de Zuzeco (31%) y Amijubi (21%)”, informó el sitio de la FIFA. La FIFA había pedido que el nombre estuviese relacionado con la protección del medioambiente.