“Cómo impulsar la educación integral del pueblo paraguayo”, es el lema del segundo día del Novenario de la Virgen de Caacupé, y en ese marco, la homilía se centró en una fuerte crítica al Gobierno de Santiago Peña por las falencias en esta área.
El presbítero Nilo Zárate, encargado de la prédica, denunció la falta de inversión en el sistema educativo, criticando los discursos de las autoridades que hablan de un crecimiento económico.
“El discurso persistente de que estamos mejor con la macroeconomía no logra superar las crisis y desigualdades muy evidentes; en la sociedad paraguaya sigue concentrándose las riquezas en manos de unos pocos y la pobreza se expande y alcanza más gentes”, expresó.
Afirmó que las autoridades deben volver a tener a la Virgen María como modelo afirmando que ella fue y es “maestra” del pueblo paraguayo.
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“La Virgen debe ayudarnos a ser protagonistas de este impulso, el de la educación integral. El amor a nuestra madre no debe quedarse en qué nombre le vamos a dar, y si es ella la que hace milagros”, enfatizó.
El religioso insistió en que la Iglesia Católica siempre estuvo atenta a colaborar con la educación sistemática de los fieles pero aclaró que ésta es una obligación del Estado, que está en deuda, según su opinión.
“Nadie puede negar la crisis socialeducativa en Paraguay, sin embargo la miopía de la clase política actual no la percibe, no la ve o no la quiere ver. Evaluaciones internacionales colocan al Paraguay en los últimos lugares entemas educativos”, afirmó.
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El sistema educativo actual –en las palabras del sacerdote– excluye a los sectores más necesitados de la sociedad como los pueblos indígenas y los campesinos.
“Bastaría citar los casos de los campesinos y de los indígenas con poco acceso a la educación de calidad, sin promoción del respeto de sus propias culturas. Los años de formación de un hijo de campesino no llegan ni a la mitad de los años de formación de los hijos de profesionales en lugares urbanos”, reflexionó.
El cura afirmó que la deficiencia del sistema educativo atenta contra el desarrollo integral de la juventud.
“Nuestros jóvenes necesitan conocer y crecer en valores necesitan recuperar el gusto por la lectura y por las artes”, afirmó.
Para el padre Zárate, ante la “pobreza educativa” en el país, los cristianos son llamados a un compromiso más activo en la sociedad para paliar la crisis. “El amor recibido de Dios debe donarse sobre todo a los pobres a quienes Jesús auxiliaba”, concluyó.