El informe final de la Consultora de Ingeniería Alto Paraguay (Cialpa), fiscalizadora de los trabajos de limpieza y canalización del río Pilcomayo, correspondiente a las obras para riada 2017-2018, ratificó que, efectivamente, hubo algunas falencias en la ejecución de las obras desde la embocadura hasta San Antonio (lote 1), que estuvieron a cargo de la empresa Topografía y Caminos (T y C SA), de Francisco Griño.
El escrito ya fue remitido al director de la Comisión Nacional del Pilcomayo, Artur Niedhammer, donde la consultora se ratificó en que la contratista del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) no retiró en forma los materiales provenientes de las excavaciones, en algunos tramos.
“En los sectores en los que parte del material excavado no fue retirado en su totalidad fuera del cauce del canal artificial, el trabajo no cumple con las especificaciones técnicas del contrato”, resalta Cialpa entre sus conclusiones. Asimismo, señala que en algunos tramos del lote 1, “el ancho del canal excavado es inferior a la dimensión propuesta en el plan de trabajo aprobado”.
El informe resalta además que esta situación “se dio en varios sectores como lo testimonia las dimensiones del levantamiento planialtimétrico presentado por la fiscalización en la medición final de las obras”.
Empero, Niedhammer minimizó ayer a este medio el último reporte de Cialpa y señaló que solo se trata de “recomendaciones”.
“Estas obras no se hicieron durante mi administración y, por el momento, no hice ningún pago. Los pagos que se hicieron anteriormente tienen certificados y están en regla. Lo que sí (resalta) el informe de Cialpa es una especie de recomendaciones, porque antes del 15 de agosto se habló de éxito de los trabajos y después del 15 de agosto viene la problemática”, indicó.
Guerra de empresas. Recordemos que los trabajos se adjudicaron a T y C por un monto máximo de G. 22.000 millones y, desde un comienzo, esta empresa subcontrató a la firma Líneas Panchita G, con la que realizaron las tareas de limpieza (con dragas).
Sin embargo, a un año de esa adjudicación, hoy existe una guerra entre estas dos empresas –cuyo motivo es dudoso– lo que generó que las mismas se bombardeen con acusaciones mediáticas con las cuales se ponen en duda la calidad de los trabajos realizados.
Sobre el punto, Niedhammer dijo: “A mi entender es un problema entre contratistas”. Resaltó, asimismo, que no realizará investigaciones para aclarar las denuncias sobre irregularidades de las obras.
Lo concreto es que el MOPC adjudicó nuevamente los trabajos de limpieza desde la embocadura hasta San Antonio a T y C para el periodo 2018-2019 (lote 1), pero esta vez por G. 64.657millones, el triple del costo de la adjudicación anteriormente concedida.
Sobre el punto, la empresa aclaró ayer a ÚH que los trabajos corresponden a dos periodos de riada, es decir, deberán extraer más volúmenes de sedimentos.
Mientras tanto, las obras están en etapa de inicio y ayer comenzaron a utilizar las dragas en la zona de la embocadura, según informaron. Otras empresas se encargarán de la limpieza de los otros dos lotes.