Martes|11|NOVIEMBRE|2008
bcolman@uhora.com.py
***
Otro domingo negro para el Olimpia. Perdió su cuarto clásico consecutivo.
Pero no era de eso, de lo que quería comentar, sino de uno de sus jugadores, Marcos Lazaga, y del gobernador de San Pedro, José Pakova Ledesma.
Después de ver y reflexionar sobre la actualidad deportiva y política, llegué a la conclusión de que Lazaga es para el Olimpia lo que Pakova al gobierno de Fernando Lugo.
Hizo un lindo gol, pero después metió la pata.
En vez de festejar como corresponde cuando uno hace un gol en un partido contra Cerro Porteño, corrió a provocar a la hinchada cerrista y armó un tremendo bochinche.
Por su culpa -que menos mal él admitió después- se caldearon los ánimos, fueron expulsados los integrantes del cuerpo técnico de ambos equipos, y un poco después el propio delantero decano.
No sé bien por qué le echaron de la cancha a Almeida, pero yo le habría mostrado la tarjeta roja al DT olimpista por su exabrupto.
Absolutamente desaforado le gritó: "¡vení maricón, vení maricón!”, en vivo y en directo por la tele, a alguien que no pude precisar. Me van a decir que son cosas del fútbol, pero de un campeón de América una espera más nivel.
En otra esquina de la realidad, José Pakova Ledesma, gobernador del departamento de San Pedro, anunció una conspiración de Federico Franco, el vicepresidente de la República, quien supuestamente se habría reunido con Lino Oviedo y Calé Galaverna para armar una estrategia y derrocar al nuevo Gobierno.
El vice dijo que se va a someter a una investigación fiscal y Pakova ya comenzó a decir que no dijo lo que dijo.
En medio del despiole, el ministro del Interior, Rafael Filizzola, señaló que el Gobierno no tiene información sobre la conspiración y agregó algo bastante sensato: “Lo ideal es que estos temas se traten en el ámbito interno, y por la vía del diálogo”. A ver si alguien le escucha y le hace caso.
El 20 de abril de 2008, Fernando Lugo y Federico Franco fueron electos para gobernar el país. Digo nomás, ¿por qué pio no se dejan de jorobar, se ponen a trabajar y empiezan en serio a cambiar este país?
PLATA, PLATA. Pero ayer en la tarde surgió otro tema. El Parlamento nos dio una sorpresita. Aprobó un aumento del 10% para todos los funcionarios públicos, menos para los policías y militares.
Yo no digo que un aumento de salario pueda ser injusto, es más, ganar un salario digno es un derecho. Lo que pasa nomás es que al Estado paraguayo no le da el cuero. No sé en qué idioma habría que explicarles a quienes votaron ayer que no hay plata.
Y si tanto quieren dar aumentos a los funcionarios, tendrían que plantearse primero limpiar todas las oficinas del Gobierno de planilleros y modelitos varias. Que se queden los que realmente trabajan y cuando tengamos claro eso, replanteamos la situación salarial.
El detalle final: los parlamentarios también votaron en contra de que se les recorten sus cupos de combustible.
Dicen las malas lenguas que, después de tomar estas importantes decisiones, varios parlamentarios fueron vistos festejando su gol al estilo Lazaga, frente al Palacio de Gobierno. ¿Será?