Además, el ex magistrado señaló que hace cuatro años solicitó que su expediente baje a la Sala Penal para que se realice una auditoría de gestión de su despacho; sin embargo, hasta la fecha no hay una resolución a su pedido.
El ex juez afirma que es inocente y fue sentenciado por su honestidad y además querían su cargo.
Los antecedentes del caso refieren que en junio del 2012, la Sala Penal de aquel entonces integrada por Alicia Pucheta, Sindulfo Blanco y Luis María Benítez Riera, había ratificado la resolución de un tribunal de Apelación que había confirmado la pena para el ex magistrado.
La resolución judicial indica que en el año 2005, el magistrado ordenó la venta de rollos de palosanto que se encontraban resguardados en la jefatura de Filadelfia, que eran de varias causas penales. Un lote de las evidencias era de una causa investigada por la fiscala María Bernarda Álvarez, consistente en cien postes de palo santo. La venta se realizó, según la investigación, a través de una subasta y el dinero obtenido fue donado a una comisaría de Filadelfia.