Por Rocío Cáceres
Paredes cargadas de grafitis y escritos de todo tipo, basuras desparramadas, muros afectados por la humedad y esculturas de leones dañadas, es el paisaje lamentable que presenta actualmente la Escalinata Antequera, un patrimonio cultural de Asunción. La obra abarca la calle Antequera, con accesos sobre Fulgencio R. Moreno, Tacuary y Manuel Domínguez.
El descuido de varias décadas se refleja en el espacio, que pese a todo es una postal obligada de la ciudad y que recibe a visitantes casi a diario. El emblemático sitio también sigue siendo escenario de encuentros culturales y artísticos.
Al lugar le urge una restauración y mantenimiento, pero lastimosamente el proyecto de rescatar y preservar el histórico paseo, que lleva adelante la concejala Pepa Kostianovsky, debe seguir esperando. “Estamos detrás de eso. El proyecto está con un poco de retraso y lo prepara el departamento de Urbanismo”, comenta Kostianovsky, al tiempo de contar que la idea es realizar “una restauración profunda, porque está muy estropeada, deteriorada”, dice.
ARREGLOS. Aparte de restaurar y darle otro rostro al sitio, también se pretende poner lumínica y unos bancos nuevos. “No creo que haya que agregarle mucho, porque no tenemos que sacarle su carácter, el de un lugar de paseo; al contrario, hay que tratar de preservar eso”, agrega. En este histórico sitio se desea emular el proyecto de embellecimiento que se realizó en la Plaza Uruguaya, en otros lugares.
“Mucho se dice que la gente no cuida, que tira basura en cualquier lugar, pero si vos le das un espacio limpio, bien cuidado, también la gente lo va a cuidar. Pero si está en medio de la mugre, como era la Plaza Uruguaya dos años atrás, nadie tendrá la voluntad de caminar dos pasos para tirar sus desechos en el basurero”, dice convencida la concejala, que rescata además la excelente receptividad de las personas, que colaboran con el mantenimiento en trabajos anteriores.
Respecto al tiempo que tardaría el proyecto de restauración de la Escalinata, la concejala explica que aún no hay una fecha definida para arrancar con las mejoras, y que probablemente el proyecto vea la luz recién el 2013. “No está agendado todavía el tema, además, tenemos que inscribirlo en el presupuesto del año que viene”, aclara.
<h2>LA HISTORIA DEL SITIO, CONTADA POR JORGE RUBIANI</h2>
En un territorio que coincide con su microcentro, Asunción estaba surcada por 5 arroyos. Uno de ellos, bañaba el populoso barrio conocido como Ykua Satî.
Tenía su naciente entre las actuales Teniente Fariña, Parapití, Santa María y Estados Unidos, en los bajos del “cerrito Antequera”, hoy asiento del conjunto de escalinatas que enaltece el recuerdo de la Revolución de los Comuneros, ahogada en sangre en 1735.
Las escalinatas fueron construidas en 1928, durante la intendencia del arquitecto Miguel Ángel Alfaro, quien con el ingeniero De Jerica y el constructor Pozzi fue el responsable de la obra.
La escultura, que corona la columna recordatoria, es una réplica de una pieza hallada en 1863, en la isla de Samotracia y que recuerda un éxito naval de los antiguos griegos.
La Escalinata, como se le llama comúnmente al monumento, es un hito ciudadano de gran belleza y una eficaz solución urbanística, que ha permitido el mantenimiento de un vecindario apacible y a salvo del fragor del tráfico, prácticamente en el microcentro de Asunción.