23 abr. 2024

En oscuro operativo policías hieren de tres balazos a niño de 6 años

Contrariando disposiciones de la institución, dos policías siguieron y realizaron 11 disparos contra un auto que giró para evitar una barrera. Ambos están imputados por homicidio doloso.

En un procedimiento brutal e irregular, el oficial Juan Amarilla y el suboficial Derlis Sanabria, de la Policía Nacional, persiguieron en una patrullera, a los tiros, a un automóvil en el que iba una familia, hirieron de tres impactos de bala a un niño de 6 años, no lo socorrieron y bajaron del vehículo a los golpes al padre del menor para esposarlo.

El chico está en una sala de terapia intensiva del Hospital de Trauma de Asunción, con asistencia respiratoria, y las próximas 48 horas serán cruciales para su evolución, explicó el director Agustín Saldívar.

IMPUTADOS. Los dos uniformados ya están imputados por la fiscala Ana Girala por los hechos punibles de homicidio doloso en grado de tentativa, omisión de auxilio y lesión corporal en el ejercicio de la función pública, en calidad de autor y coautor.

Sanabria sería el que realizó los disparos. Ambos guardan reclusión en la sede de la Comisaría 1ª Central, donde prestaban servicio.

El hecho ocurrió en la noche del sábado, alrededor de las 19:00, sobre la ruta que une Luque con San Lorenzo.

Ricardo Riquelme estaba al mando de su auto Toyota Runx, negro, circulando hacia la ruta PY02, junto con su esposa, su hijo de 6 años y un bebé de 3 meses, cuando observó a una patrullera policial estacionada y dos conos sobre el asfalto.

Riquelme explicó que al ver la barrera de control giro su auto para retomar nuevamente hacia Luque y evitar así la inspección, debido a que su auto es nuevo y no contaba con la cédula verde. Además, dijo que temía ser procesado por incumplir con las normas sanitarias de la cuarentena y que la policía le pida alguna coima por ello.

Los policías Sanabria y Amarilla, al ver esta situación, persiguieron en una patrullera al auto, a los tiros, en un trayecto de 8 kilómetros. Once disparos realizaron los agentes en ese trayecto. Seis impactaron en el auto; tres de los proyectiles dieron en el menor.

“Mi único error fue desviar la barrera porque pensé que me iban a pedir coima, porque yo les llevaba a los niños y eso no se puede por el tema de la cuarentena, pero me jugaron a matar porque mi auto tiene seis impactos de bala”, expresó Riquelme.

La persecución culminó sobre la calle La Paz casi Capitán Insfrán. Ahí Riquelme detuvo la marcha porque había luz y varios testigos. Relató que al bajar del auto, los policías lo golpearon y esposaron, pero no auxiliaron a su hijo herido.

El jefe de la Comisaría 1ª, Gilberto Arce, explicó que la barrera policial fue comunicada a la Fiscalía, pero reconoció que el procedimiento fue irregular, ya que los efectivos no debieron disparar contra el auto.

“ACCIDENTE”. El ministro del Interior, Euclides Acevedo, manifestó que se trató de ”un accidente” debido a la falta de idoneidad de los policías. “Acá hay dos irresponsabilidades, del padre que lleva a la criatura y encima se esconde y huye, y una falta de idoneidad profesional del policía que debería disparar a la rueda, pero fue a otro lado su bala”, expresó.